Los que saben (científicos en su mayoría) dicen que la memoria olfativa es la más potente, profunda e imperecedera que posee el ser humano. Un olor concreto puede hacer que nuestro bulbo olfatorio, la parte del cerebro que procesa las señales olfativas que recibe de nuestra nariz, excite de tal manera nuestra psique que ésta nos retrotraiga a un momento pasado de una manera vívida y vivencial como ningún otro recuerdo puede llegar a hacer.
Y os aseguro que esto es lo que me ha pasado cuando he tenido en mis manos de nuevo un par de muñecas Tarta de Fresa. No porque yo las tuviese, fue mi hermana las que las atesoraba y cuidaba en los años ochenta, si no porque a pesar de no ser su dueño, sí que estuvieron presentes en mi vida durante un tiempo. Ya fuese compartiendo momentos de juego con mi hermana, dibujando juntos, discutiendo como gatos celosos o directamente peleándonos por vete tú a saber qué tontería. Cuando el olor de Tarta de Fresa y Merengue de Limón ha atravesado mi mucosa olfatoria han venido a mi mente unos cuantos de esos momentos únicos e irrepetibles que paracen , y que de hecho son, tan y tan lejanos en el tiempo y en el espacio.
Así es como funciona nuestra mente, o como mínimo la mía, un detonante que a priori no tendría porque ser tan importante por no ser uno de los recuerdos más típicos o expresamente «nostálgicos», de repente es capaz de desencadenar una cascada de sensaciones que ni por asomo era capaz de recordar que había vivido.
Planeta DeAgostini vuelve a poner al alcance de nuestras manos la posibilidad de volver a disfrutar de las añoradas Tarta de Fresa. Tal cual fueron diseñadas y fabricadas en los ochenta por la empresa Kenner Products (sí sí, la misma que se quedó con la franquicia de los juguetes y figuras de acción de Star Wars). Con una cuidada edición y unas reproducciones de la muñecas prácticamente perfectas, la editorial ofrece un producto que hará las delicias a todas aquellas personas que en su momento compartieron su infancia con las Tarta de Fresa (o que no lo hicieron directamente como yo mismo). El nivel de detalle como podéis ver en las fotografías es espectacular, y la fragancia que desprenden son, a mi parecer, exactamente las mismas que las originales.
A parte, cada muñeca se acompaña con un fascículo donde podréis encontrar desde la historia de las muñecas a recetas de cocina relacionadas con el nombre y la fragancia de cada una, pasando por manualidades e ideas creativas también relacionadas. Cada fascículo se acompaña con una tarjeta de felicitación. Si se quiere también cabe la posibilidad de pedir por 0,75€ más en cada entrega las pequeñas mascotas de las muñecas. La editorial Planeta DeAgostini afrece además a los que se quieran suscribir a la colección una serie de regalos más que interesantes como un set de cajas metálicas, una bolsa de tela, una manta, un cojín… todos ellos, evidentemente, relacionados con las Tarta de Fresa.
Pues nada viejun@s, tanto si queréis volver a recordar qué era tener y oler a Tarta de Fresa, a Merengue de Limón, a Mermelita de Mora o a Flor de Melocotón , como si las queréis compartir o descubrir con los más pequeños de la casa, ahora tenéis la posibilidad de hacerlo. Para más información sobre la colección os dejamos el donde encontraréis todo lo que necesitáis saber sobre ella.
Tomad la medicación…