¡Vuelve La Polla Records! (una reflexión crítica)

Era un secreto a voces, era algo que se estaba cociendo desde hace días y que teníamos ganas de devorar. Sabíamos que iba a pasar, era algo esperado y, a pesar de todo ello todavía no podemos dejar de frotarnos los ojos y alucinar: sí, lo habéis leído bien, ¡vuelve La Polla Records! ¿Todos?… No, un grupo formado por irreductibles punkis resiste ahora y siempre al invasor capitalista, esto es cierto, pero por desgracia no vuelve la formación clásica (que no es lo mismo que la original). Lamentablemente Fernandito nos dejó hace ya 16 años (hecho que desencadenó el inicio del final de la banda) y el añorado Txarly  no se ha sumado a este resurgimento (quedó con sus funciones motoras afectadas tras un accidente doméstico). Vuelve la que fue la última formación de la banda antes de su despedida en 2003: Evaristo, Sumé, Abel, Txiki y Tripi.

Este miércoles día 14 la banda realizó una rueda de prensa donde anunciaron el lanzamiento de un LP con 19 canciones regrabadas de sus tres primeros trabajos al que se sumará uno nuevo titulado «Ni descanso, ni paz!» que os dejamos a continuación:

Además confirmaron cuatro conciertos en Valencia, Madrid, Bilbao y Barcelona este 2019, una gira por Suramérica en 2020 en la que realizarán ocho conciertos más (las fechas y las localizaciones todavía están aun por confirmar) y un más que posible documental que, a parte de la historia de la banda, incluirá en su edición en DVD alguno, o algunos de los conciertos de la gira.

Y hasta aquí la información «periodística» sobre este retorno esperado e incluso soñado por muchos en el que la banda a priori celebrará su cuarenta aniversario y que desencadenará en su despedida permanente de los escenarios una vez termine la gira. Pero esto no es todo…

Antes que nada, dejadme recordaros hasta que punto La Polla Records influyó y marcó las vidas de los redactores de este humilde blog. Os remito a un par de fantásticos posts que publicamos hace un tiempo. El primero es una reflexión que hizo Álex sobre su relación con el rock que nos llegaba desde el norte de la península y el segundo es en el que os relato mi experiencia en el concierto de presentación del LP «Ellos dicen Mierda» en Barcelona en el año 90. Os invito a leerlos para que os situéis un poco si no nos conocéis demasiado. No es que ahora vaya yo a cagarme en los muertos de Evaristo ni nada por el estilo, pero no tengo ganas de discutir con punkis ofendiditos («punkis ofendidos»… tócate los cojones la mierda de mundo que vamos a dejar a nuestras hijas).

Evidentemente me voy a comprar el nuevo disco y evidentemente el próximo miércoles estaré como un loco a las 11h actualizando la web de La Polla Records para intentar conseguir entradas para el concierto de Barcelona. Pero no os voy a engañar, hay cuatro cosas sobre este retorno de La Polla que me tocan la polla (me va a explotar la cabeza). Quizá son cuestiones más de forma de la rueda de prensa, que de contenido (o era al revés) y del mensaje implícito a la misma que me gustaría expresar.

¿Y ahora qué cojones nos vas a contar? ¿Has venido a salvarme
de la otra parte del mundo? Una patada en los huevos
es lo que te pueden dar.

La primera: ¿qué hace Evaristo en una rueda de prensa? Y todavía más… ¿¡qué hostias hace El País, El Períodico o el puto ABC cubriendo y publicando la noticia!? ¿Los mismos putos medios que vetaron, anularon y silenciaron a toda una generación de músicos ahora ponen en un altar a La Polla? Id a cubrir a Alaska, a Almodóvar o a cualquier intelectualoide afín al régimen que os ayudó a hacer la falsa transición más jovial para la masa desinformada. Joder, hombres del saber, iros a cagar.

La segunda: ¿qué pintaba allí Marisol Galdón? Según ella era muy punkie (tanto como una camiseta del Mango según mi socio Álex) y empezó su discurso chuleando sobre que ella estaba en el programa «Plastic» de TVE, dándoselas de super rompedora ya que era un programa que invitaba a bandas que nadie invitaba. Eso es cierto, no se lo voy a negar, allí actuaron grupos como Tijuana in Blue o Decibelios. Pero es que la entrevista a Evaristo a la que hizo referencia fue uno de los momentos de mayor vergüenza ajena de la historia de la televisión. Mirad que punki más auténtico era el presentador:

Recuerdo una entrevista posterior en la revista «El Tubo» en la que Evaristo declaró que se cortaron momentos en los que habló sobre el Rey y que se arrepentía de haber ido al programa. A parte me gustaría precisar que si bien «Plastic» fue un programa que finalmente se emitió a nivel estatal, esta entrevista se realizó cuando sólo se emitía en el circuito catalán de TVE. Además aquel día Marisol Galdón, la que aspiraba a ser chica yeye, no estaba ni por allí (debía estar masturbándose con el pie).

A mi me da que la mirada socarrona de Evaristo mientras la tipa esta relata la anécdota lo dice todo.

La tercera: ¿dónde está el resto del grupo? Vale, Evaristo es dios y todo el rollo, pero joder, a mí me hubiese encantado ver al grupo y escuchar lo que tenían que decir (si es que tenían algo que decir). Estáis vendiendo el retorno de La Polla Records no una gira de «Evaristo y sus amigos», pues si entráis en el sistema capitalista de compra venta hacedlo bien, queremos ver el producto natural, colorante autorizado, azúcar refinado que nos queréis vender.

Y la cuarta: fijaos en esta imagen:

¿En serio, tíos? ¿No podríamos habérnoslo currado un poco más? No sé, buscar la complicidad de las pequeñas y vocacionales tiendas de discos que todavía podemos encontrar en nuestras ciudades, dar esa exclusividad a algún espacio vecinal, darle un carácter más social y comprometido a esa preventa exclusiva y limitada. Joder, es que me parece flipante relacionar esos dos conceptos, exclusividad y limitación, con lo que para mi significaron las letras y la música de La Polla Records y cómo moldearon mi manera de ser y la manera que tengo de ver el mundo hasta el día de hoy. Moda punk en Galerías… ¡muy punk! (os dejo con un dato que os hará explotar la cabeza: El Corte Inglés compró Galerías Preciados en 1995… ¡bum!)

Al loro avestruces míos, que quede claro que creo que la banda y su entorno puede hacer lo que le salga de las pelotas y juntarse y rodearse de quien quieran, faltaría más. Evaristo se ha hecho mayor pero no un viejo, sigue proyectando a su edad la misma rabia punk que hace 40 años. Quizá ha aprendido a canalizarla, a moldearla ligeramente y a saber cómo poner una patita dentro del sistema para aprovecharse de él. Quizá.

Al final sólo os quiero decir que lo que os he comentado es sólo fruto de las paranoias de un cascarrabias cuarentón que ya empieza a chochear y que fruto del retorno de la banda ha tenido un ataque de nostalgia a lo «cualquier tiempo pasado fue mejor». Adoré, adoro y adoraré por siempre todo lo que tenga que ver con La Polla Records. Larga vida a la Polla… ¡Y que se vayan a la mierda todos!