Secuelas bastardas (X): Turbulencias en el videoclub

Décima entrega de la saga dedicada a las falsas secuelas con las que los pérfidos distribuidores de turno nos intentaban tangar. Quién podía imaginarse cuando publicamos la primera parte de “Secuelas bastardas” que tendría, por el momento, nueve secuelas. Eso quiere decir que, hasta ahora, y contando con las películas que descubriremos hoy, hemos repasado cuarenta secuelas apócrifas. Y si pensáis que no hay más de cuarenta estáis muy equivocados. Hay más. Increíblemente, hay muchas más. Pero de momento centrémonos solo en cuatro. En las que forman nuestro menú de hoy.

“El exterminador III”

A veces me pasa que por intentar sorprenderos continuamente se me olvida comentar cosas que a mí me parecen que son muy trilladas o por todos sabidas. Y eso está bien en parte, pero por otra parte suceden casos como el de las secuelas falsas de “El exterminador”, que aunque mucha gente las conoce eso no debería ser óbice para que las comente. Y más teniendo en cuenta que ellas fueron unas de las responsables de que descubriera el fabuloso mundo de las secuelas bastardas. Así que toca reparar este olvido voluntario.

Ya os hablé en su momento de “El exterminador”, clásico absoluto de los videoclubs con el que Robert Ginty se ganó un lugar eterno en nuestros corazones. El tremendo éxito de la película en taquilla hizo que la mítica Cannon se liara la manta a la cabeza y lanzara una secuela oficial. La cosa ya no funcionó tan bien en los cines, pero siguió dando sus buenos réditos en el mundo del VHS. Eso hizo de Ginty una apuesta casi segura a la hora de distribuir sus películas. Pero hubo distribuidores que pensaron que quizá solo el nombre de Ginty no era suficiente para vender los títulos que protagonizaba. Esta inseguridad, unida a la ya conocida desvergüenza, causó que una película titulada “Bounty hunter” llegara a los videoclubs con el título de “El exterminador III”.

La presencia de Robert Ginty es lo único que tienen en común “Bounty hunter” con “El exterminador”. Aquí nuestro héroe interpreta a un cazador de recompensas que se las tiene que ver con un sheriff corrupto, mientras que en las dos entregas de “El exterminador” interpretaba a un justiciero urbano de lo más bestia. Nada más. Si “El exterminador” nos daba violencia descarnada, “El exterminador III” nos ofrecía tedio y sopor. Pero a pesar de eso la táctica debió funcionar a las mil maravillas, lo que explicaría la existencia de la película de la que os hablaré a continuación.

“El exterminador IV”

Más de lo mismo. Película protagonizada por Robert Ginty que el distribuidor de turno nos intenta colar como secuela de “El exterminador”. Aquí la gracia radica en que esta película, de título oficial “Out on bail”, fue producida antes que “Bounty hunter”. O sea, que “El exterminador IV” es un poco más antigua que “El exterminador III”. Esto de que una cuarta parte se realizara antes de la tercera solo podía pasar en el mundo de las secuelas bastardas. No me digáis que no es apasionante.

“El exterminador IV” mejora mucho respecto a “El exterminador III”, aunque tienen un planteamiento parecido, ya que aquí Ginty también tendrá que enfrentarse a un sheriff corrupto. La diferencia esta en que en esta película hay mucha más acción y muchos mas tiroteos. Vamos, lo que uno esperaba cuando alquilaba una película protagonizada por Robert Ginty.

“Star Crash 2: Huida de la tercera galaxia”

He aquí una historia por lo menos curiosa. “Star Crash” nació como un exploit de “La guerra de las galaxias”. Su funcionamiento en taquilla debió ser más que bueno para que alguien se animara a coger una ignota película pseudoerótica titulada “Giochi erotici nella terza galassia” y la distribuyera en nuestro país como “Star Crash 2: Huida de la tercera galaxia”.

Es gracioso porque “Star Crash” se aprovechó del éxito de “La guerra de las galaxias” y luego vino “Giochi erotici…” a sacar partido de la popularidad de “Star Crash”. No es eso tan manido de “ladrón que roba a ladrón…”, pero casi.

“Turbulence 2”

Y llegamos a la joya de nuestra corona de hoy. La película a la que he decidido homenajear en el título de nuestra décima entrega. Una de esas historias enrevesadas que tanto nos gustan.

Empecemos por el principio. En 1997, y en pleno revival del cine de catástrofes, llegaba “Turbulence”, una película sobre un avión que corre el peligro de estrellarse por culpa de un preso que viaja en él, que en los cines fracasó estrepitosamente, pero en los videoclubs funcionó bastante bien.

En 1999 se realizaba “Free fall”, un telefilme sobre unos investigadores, interpretados por los televisivos Jaclyn Smith (“Los Ángeles de Charlie”) y Bruce Boxleitner (“El espantapájaros y la señora King”, “Traedlos vivos”), que investigan los misteriosos y parecidos accidentes que han sufrido dos aviones. Pues bien, cuando “Free fall” se estrenó en España por televisión fue bajó el título de “Turbulence 2”. Aquí el engaño no sabría decir si nació del distribuidor de turno o del programador de la cadena de televisión. Sea como sea, la secuela bastarda ya estaba servida. Pero la historia no termina ahí.

Por esos mismos días llegaba a los videoclubs “Turbulence 2: miedo a volar”, la secuela oficial de “Turbulence”. Aquí la cosa va de un grupo de terapia de gente que tiene fobia a viajar en avión que tendrá un vuelo terapéutico de lo más complicado.

Hasta aquí íbamos bien. Por un lado, existía “Turbulence 2”, un telefilme que era una secuela falsa, y por otro, “Turbulence 2: miedo a volar”, que era la secuela legal. El problema vino cuando el poseedor de los derechos de “Free fall” decidió distribuirla en DVD. ¿Qué hizo? Hacerlo con el título de “Turbulence 2: miedo a volar”. Aquí entramos directamente en el terreno del plagio. Ya no es solo aquello de intentar hacer pasar a gato por liebre. Esto ya es una estafa. Así es cómo en la actualidad existen en España dos películas tituladas “Turbulence 2: miedo a volar” en DVD. A ver, no creo que nadie se haya confundido comprando una en lugar de la otra. Entre otras cosas porque no creo que haya nadie que esté interesado en comprar alguna de las dos. Pero avisados estáis de que esto sucede.

Y con el alucinante caso de “Turbulence 2” concluye la décima parte de “Secuelas bastardas”. Ya sabéis que estoy abierto a escuchar opiniones, ideas, halagos e incluso malas críticas. Así pues, contad, contad…