Si la semana pasada, y en plena nostalgia del VHS, volví a la carga con una nueva entrega de la saga “Engañados por la carátula”, en esta no quería ser menos y he decidido seguir tirando de mis recuerdos de los años gloriosos del videoclub para, tras una larguísima espera, realizar un nuevo artículo de “Secuelas bastardas”.
Una vez dicho esto dejadme que os hable sobre los placeres cinematográficos que vamos a degustar hoy. Espero que os guste la comida italiana porque nuestro menú de hoy está formado única y exclusivamente de películas paridas en el país transalpino. Cierto es que la mayoría de títulos que han desfilado por esta sección vienen de Italia, pero hoy será como un especial dedicado al país de la bota a modo de agradecimiento por haber perpetrado tantas falsas secuelas. Sin ellos, “Secuelas bastardas” jamás hubiera existido.
1) “Patrick vive todavía”
En 1978 llegó “Patrick”, un film de terror australiano dirigido por Richard Franklin que no solo fue un éxito de taquilla sino que además fue muy bien recibido por la crítica. De hecho, su director fue premiado en dos de los más prestigiosos festivales del cine de género: el de Sitges y el tristemente desaparecido de Avoriaz.
La película, para el que no lo sepa, trataba sobre un asesino que a pesar de estar en coma podía cometer crímenes gracias a sus poderes telequinéticos.
Como decía, la película fue un éxito. En Italia su taquilla fue tan enorme que los ávidos productores italianos no tardaron en perpetrar una secuela. Qué más da que no tuvieran los derechos de explotación de “Patrick”. Sus compatriotas querían una segunda parte y ellos tenían el deber moral de dársela. Si ya de paso se llenaban los bolsillos, mejor que mejor. Así fue como en 1980 llegó “Patrick vive todavía”.
En ella vemos como un grupo de personas son citadas en una mansión. Uno a una irán cayendo víctimas de los poderes telepáticos de un chico que se haya en una de las habitaciones, postrado en una cama en estado vegetal.
Como veis el parecido argumental entre el original y la copia es asombroso. Tal es así que cuando Richard Franklin y los productores de “Patrick” se enteraron de su existencia, recurrieran a los tribunales para impedir su estreno. Finalmente los jueces dictaminaron que solo se podría estrenar en Italia. Lo que pasó fue con la llegada del vídeo la película consiguió llegar al resto de Europa. Y es que nadie puede parar a los italianos.
Lo que sí tuvo de forma legal “Patrick” fue un remake. En 2013 llegó una nueva versión de la película que aquí se estrenó en el Festival de Sitges. Justo donde la original empezó a triunfar.
2) “Mandinga: ultraje a una raza”
Los que me seguís en Twitter sabéis que una de las cosas que me gusta hacer es recordar sagas olvidadas. Esta semana he recordado a “Mandingo” y su secuela. Para el que no lo sepa, o no lo recuerde, “Mandingo” es una película de 1975 que versa sobre un propietario de una plantación de esclavos en el sur de Estados Unidos que se dedica a entrenarlos para participar en peleas. La película no escatimaba en escenas escabrosas, para la época, claro, hace tiempo que no la reviso y no sé qué tal ha envejecido, y también subidas de tono pues en la película nos enseñan como los propietarios abusan sexualmente de sus esclavas. Pero lo mejor era el romance entre Mandingo, un esclavo que es un excelente luchador, con Blanche, la sobrina del propietario.
“Mandingo” fue todo un acontecimiento en su momento y logró obtener muy buenas taquillas alrededor del mundo. Los italianos vieron un filón ahí, pues la combinación violencia y sexo ellos la dominaban a la perfección, así que era de estúpidos no explotar el éxito de la película dirigida por Richard Fleischer. Dicho y hecho. Pero para que no les acusaran de plagio o para evitarse los mismos problemas de los responsables de “Patrick vive ahora” decidieron hacer algún que otro cambio. En un ardid de originalidad titularon a su película “Mandinga, ultraje a una raza”, en la que las dosis de escabrosidad y erotismo se multiplicaron por mil. O por diez, que a mí a veces me gusta exagerar.
Habrá quien diga que “Mandinga, ultraje a una raza” no es una secuela falsa de “Mandingo” sino una explotación. Pues oye, no seré yo el que se lo discuta. Sea como sea, su inclusión en esta sección tampoco chirría así que a mí ya me parece bien incluirla.
3) “Nueva York bajó el terror de los zombi” (“Zombi 2”)
Parece mentira, pero he necesitado nueve entregas para hablaros de una de las secuelas bastardas más famosas de la historia. A veces por primar la originalidad antes que nada, me olvido de hablar de cosas ya más sabidas. O voy retrasando el hacerlo, que también.
Bien, voy a ir directo al grano porque a estas alturas todos, o casi todos, conocemos esta historia. El éxito de “Zombi” de George A. Romero y con producción de Dario Argento hizo que unos rastreros productores decidieran cambiar el título de la película que iban a estrenar y presentarla como “Zombi 2”. Fue así cómo sucedió, pues el guión del film de Fulci ya estaba escrito antes de que se estrenara la película de Romero. A tres semanas de su estreno se decidió titularla como si se tratara de una secuela.
Aquí nos llegaría como “Nueva York bajo el terror de los zombi” con un “Zombi 2” debajo del título y en pequeño. Lo cual no deja de tener gracia porque en Nueva York apenas transcurre la acción cinco minutos.
¿Qué más puedo decir? Pues que estamos ante un peliculón. Un título de culto y una de las mejores películas de muertos vivientes de la historia. Para la posteridad ha dejado dos grandes escenas: la pelea entre un zombi y un tiburón y, sobre todo, la mítica escena de la astilla en el ojo. Los que la hayáis visto, seguro que le rendís culto. Los que no, vedla y seguro que también lo haréis.
4) “Tiburón, duelo a muerte”
Una de las secuelas bastardas más famosas de la historia es el “Tiburón 3” que tuvimos en España gracias al pícaro de José Frade. Como ya expliqué (y si no lo leíste clica el enlace que he puesto arriba en “Tiburón 3“ y entérate) todo empezó con una copia del film de Spielberg que los italianos se sacaron de la mano ganándose una denuncia por plagio.
Años después, y en vista que los americanos ya no producían más continuaciones de “Tiburón”, surgiría en Italia, y de la mano del mítico Joe D’Amato, «Sangle negli abissi», que en España recibiría el título de “Tiburón, duelo a muerte”.
La película es mala, barata y aburrida. Por lo único que es recordada, y tampoco mucho, es por lo mucho que cantan las escenas en las que se ve el tiburón. Se nota a la legua que están robadas de otras películas o incluso de algún documental. Resumiendo: mejor alejarse de ella.
Y con este escualo cutre doy por acabada la novena parte de “Secuelas bastardas”. Llega vuestra hora. Os podéis manifestar tranquilamente. Decidme: ¿Qué os ha parecido el artículo? ¿Conocíais estas películas? ¿Conocéis algún título merecedor de formar parte de esta sección? Contad, contad…