Si hay una película de la que todo el mundo habla últimamente esa es “8 apellidos vascos”. No me avergüenza admitir que a día de hoy yo todavía no la he visto así que no esperéis que os hable de ella. Si saco a relucir esta película es por una curiosa noticia que leí acerca de ella. Veréis, como todos ya debéis saber el film de Emilio Martínez-Lázaro ha reventado las taquillas y ya se ha dado luz verde a una secuela. Lo bueno del caso es que el famoso productor y distribuidor José Frade, culpable de habernos hecho llegar muchas de las películas que desfilan por esta sección, ha registrado los títulos “8 apellidos catalanes” y “8 apellidos madrileños” con, iros a saber vosotros, que malignas intenciones.
Según dicen, la intención de Frade es sacarle dinero a la productora de “8 apellidos vascos” para que estos puedan utilizar alguno de los títulos que él ha registrado, acusación que Frade desmiente. Así que si ese no es su plan, el único motivo que se me ocurre a mí es que el mítico productor esté planeando realizar una secuela bastarda. ¿Será eso posible?
Mientras esperamos a descubrir si habrá o no secuela bastarda, ¿qué os parece si le echamos un vistazo a alguna de esas falsas secuelas que llenaban los cines y los videoclubs en los años 80?
Nuestro menú de hoy está compuesto de cuatro títulos, dos de los cuales son secuelas no oficiales del mismo film. Empecemos pues con el repaso:
1) Alien 2: Sobre la tierra
Como no, José Frade ya está de nuevo aquí. Él fue el encargado de distribuir en España este bodrio de nacionalidad italiana. En su defensa hay que decir que él no fue el que bautizó este engendro como si de una segunda parte de “Alien, el octavo pasajero” se tratase ya que fueron los avispados productores italianos que crearon este engendro los que decidieron bautizarlo originalmente como “Alien 2: Sulla terra”.
La película nada tiene en común con la obra maestra de Ridley Scott pero también es justo reconocer que tiene cierto estatus de culto, principalmente por la desfachatez de hacerse pasar por una secuela de un clásico aunque su generosa dosis de gore también jugó a su favor.
Por increíble que os parezca, “Alien 2: Sobre la tierra” logró arrastrar a 211.000 españoles a las salas de cine. Tened en cuenta que eso sucedió en 1980 cuando no existía internet y descubrir estas trampas de los distribuidores no era tan fácil como parece.
Pero si esta secuela bastarda de “Alien” os parece lamentable, esperad a conocer a la siguiente.
2) Alien III: Llega a la tierra
Viendo la espantosa caratula con la que el distribuidor de turno decidió hacer llegar a esta bazofia a los videoclubs me sorprendería que alguien pensara que esto se trataba realmente de la tercera entrega de “Alien”.
En realidad estamos frente a una mierda fechada en 1985 cuyo título original es “Biohazard” y que está dirigida por el infame Fred Olen Ray, de sobras conocido por los fans del cine más costroso y cutre.
¿Qué de que va? Una monstruosa criatura logra escapar de un sarcófago interdimensional y una chica con poderes mentales juntará fuerzas con un maromo para hacerle frente.
Mala con avaricia. Aburrida con ganas. A pesar de eso algún distribuidor pensó que aún podía exprimirla un poco más y conseguir más ganancias con ella así que decidió volver a distribuirla bajo el título de “Experimento secreto”.
Sólo pensar que puede haber alguien en este mundo que alquiló dos veces esta película, una vez por cada título que tuvo, y que por lo tanto sufrió dos veces con su visionado, hace que deseé que exista un infierno para los distribuidores sin escrúpulos.
3) Aeropuerto 78: Vuelo supersónico
En 1970 un drama que narraba las vicisitudes que pasaban los pasajeros y la tripulación de un avión que corría el peligro de estrellarse arrasó las taquillas del mundo entero creando no sólo una de las sagas más rentables de esa década sino también un género cinematográfico de lo más exitoso. Esa saga fue la de “Aeropuerto” y el género el de catástrofes.
Una curiosidad de los films de esta saga es que las secuelas en lugar de llevar un número tras el título, por ejemplo llamar a la segunda parte “Aeropuerto 2”, llevaba el año en que llegaban a las pantallas. Así la segunda parte se título “Aeropuerto 75” pues se estrenó en 1975, y la tercera “Aeropuerto 77” ya que hizo lo propio en 1977.
Como ambas secuelas también fueron un éxito no era de extrañar que se realizara una cuarta entrega pero mientras esta no llegaba, y para no desaprovechar el filón, alguien decidió coger un telefilme de temática similar a las películas de esta saga y hacerlo pasar como si de una cuarta parte se tratara.
Así fue como “SSDT: Death flight” pasó a convertirse en “Aeropuerto 78: Vuelo supersónico”. La película seguía la regla básica de las entregas de la saga original y de las otras películas que formaron parte del género de catástrofes, o sea, reunir a un grupo de estrellas, en este caso televisivas, para atraer al público. Por aquí veremos desfilar a estrellas catódicas como Lorne Greene (“Bonanza”, “Galáctica: Estrella de combate”), Peter Graves (“Misión: Imposible” y que curiosamente luego parodiaría esta clase de películas en “Aterriza como puedas”), Doug McClure (“El virginiano”) y un joven Billy Crystal que ese mismo año alcanzaría el éxito con la sitcom “Enredo”.
En “Aeropuerto 78: Vuelo supersónico” somos testigos del primer vuelo supersónico. Lamentablemente en pleno vuelo los mandos empiezan a fallar haciendo imposible cualquier maniobra. Pero ese no será el único problema para los que se encuentran en el avión ya que un cultivo biológico empieza a propagarse afectando a los pasajeros.
Entretenidilla, si os gustan esta clase de películas.
4) Las violentas del Rollerball
Y con esta película volvemos rezar el rizo porque esta falsa secuela de “Rollerball”, una película de ciencia ficción de 1975, está fechada en 1972. ¡Tres años antes de la película de la que se supone es secuela!
Por lo demás, poco os puedo decir ya que desconocía la existencia de este film hasta que hace poco me tope con su caratula por casualidad. Investigando un poco descubrí que la película nos explica los avatares de Karen, una jugadora de Roller Derby. Es gracias al deporte que práctica Karen que el distribuidor de turno vio la posibilidad de hacer pasar esta película como secuela de “Rollerball” ya que en ese film practican un deporte ficticio similar al Roller Derby.
Si esta pequeña similitud entre los dos deportes logró engañar a algún espectador español es una cuestión que no me planteo, os seré sincero. Mi interés por “Las violentas del Rollerball” no va más allá de saber que se trata de una película digna de formar parte de este artículo.
Hasta aquí la cuarta entrega de “Secuelas Bastardas”. Ahora es el momento que os hagáis oír. ¿Conocíais alguna de estas películas? ¿Conocéis alguna otra película que merezca formar parte de esta lista? Contad, contad…
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