Continuamos con nuestra sección de grandes títulos y máquinas de ocio digital repasando esta gran joya que llenó horas y horas de entretenimiento de miles de jóvenes del ayer que, a pesar de las reticencias que podamos tener, actualmente estamos inmersos totalmente en el viejunismo. R-Type fue un hit en las salas de máquinas recreativas. En esos sacros templos de la diversión tecnológica, la irrupción del matamarcianos que hoy nos ocupa generó colas, piques e ingentes cantidades de monedas de cinco duros que acabaron en las arcas de los, por lo general (que no se me ofenda nadie), poco simpáticos regentes de los locales.
R-Type era un shooter de scroll lateral en el cual nuestra misión era pilotar una nave del tipo R-9a «Arrowhead» para salvar a la humanidad de la amenaza de una poderosa forma de vida alienígena apodada «Bydo». Incorporaba los ya por aquella época manidos «powerups», es decir, nuestra R-9a podía ir ganando en potencia de disparo, velocidad y tipos de armas a medida que atrapásemos los objetos concretos que iban apareciendo en pantalla. En R-Type estos ítems aparecían al destruir esta nave saltarina:
La tipología y la originalidad de los «powerups» fueron los factores que marcaron la diferencia. El mejor y más novedoso de R-Type era este:
Un añadido llamado «La cápsula Force» (las tres imágenes corresponden a las tres evoluciones que podía sufrir a lo largo del juego) que se incorporaba a nuestra nave y que tenía dos funciones: hacer de escudo en caso de ser alcanzados por algún disparo o en el eventual caso de chocar con algún enemigo, y la de disparar láseres especiales. Pero esto no era lo mejor de la «Force», lo mejor era que podías, mediante la acción de un botón del panel de control, lanzarla hacia delante y que esta siguiese disparando y volverla a llamar haciendo que esta regresase a nosotros, pudiéndola colocar en la parte delantera o trasera de nuestra nave. Si la colocábamos en la parte de atrás, la «Force» disparaba en el sentido contrario de nuestra marcha, es decir, hacia la izquierda de la pantalla, algo totalmente insólito hasta entonces.
La otra gran novedad que, entre otros aspectos, hizo de R-Type un exitazo fue el sistema de acumulación de energía del disparo. Cuanto más tiempo mantenías el botón de disparo pulsado, al soltarlo, la fuerza de lo expelido contra nuestros atacantes era proporcionalmente aumentada. Esto te permitía, si eras lo suficientemente hábil para alinearte correctamente, atravesar de una sola vez un gran número de enemigos. Os aseguro que esto provocó lipotimias entre los más adictos a este tipo de juegos ya que muchos creyeron que había llegado el fin del mundo al no poderse inventar nada mejor en el mundo de los arcades. Hubo compañeros de aventuras «matamarcianiles» que después de ver tales novedades lo dejaron todo y se recluyeron en cuevas para convertirse en ascetas porqué, según ellos, habían llegado al clímax/nirvana de lo que un juego les podía llegar a ofrecer. Por suerte pudimos recuperar a la mayoría, a pesar de ello, algunos no lo llegaron a superar jamás.
El diseño de las pantallas del juego era espectacular. Unos gráficos fantásticamente realizados, unos decorados trabajados al más mínimo detalle y unos enemigos de final de fase brutales añadieron más y más cualidades al juego. Hay quien asegura que el mundo de R-Type está repleto de pequeños guiños, algunos más o menos evidentes. Uno de los que más clama al cielo es el parecido de este enemigo final con cierta parte del aparato reproductor femenino humano:
Por cierto, en el video de más adelante podréis ver lo fácil que era cargarse a este enemigo si lograbas colocar tu R-9a y tu «Force» en el lugar adecuado.
Os he de confesar una cosa: yo era malísimo jugando a R-Type. A pesar de ello mis buenas perras me gasté jugando e insistí e insistí mucho, pero a pesar de todo, vete a saber tú porqué, jamas logré dominarlo demasiado bien. Me consuela saber que en muchos rankings ha entrado entre los diez juegos más difíciles de la historia, y cuentan los expertos que su curva de dificultad es exageradamente alta. Pero tuve mis grandes momentos con este juego. Recuerdo el día que por fin pasé la fase de la nave gigante. Ah sí… que placer sentí cuando por fin la vi desaparecer a mis espaldas por la parte izquierda de la pantalla. Un día de esos que queda para siempre grabado en la memoria del jugón mediocre.
Quizá jamás logré acabar el juego, pero disfruté sobremanera jugándolo y llegando allí donde mi escasa habilidad me permitió llegar. Mas tarde también jugué tanto en la conversión que se hizo tanto para Spectrum (que alcanzó puntuaciones de nueves y dieces en la mayoría de revistas especializadas) como en la que se hizo para el Amiga 500 (espectacular también).
R-type tuvo un montón de secuelas pero yo solo jugué a la primera de ellas y al original. Os dejo con el gameplay del juego en video:
Y si lo preferís, y queréis revivir antiguas hazañas estelares, aquí os dejo este enlace en el que podréis hechar unas partiditas a los dos primeros niveles del juego. Aviso de que no es exactamente el juego original, es un port a flash muy, pero que muy bien realizado pero no se trata de la rom original del arcade.
¿Y vosotros qué viejun@s? ¿Fuisteis unos viciados a R-Type? ¿Os sigue gustando volver a jugar una partida de vez en cuando? Explicadnos, explicadnos…
Tomad la medicación…
