Que en Hollywood hay una gran sequía de ideas no es una noticia nueva así que el que piense que esta fiebre por hacer secuelas y remakes es de ahora está muy equivocado.
Las secuelas y remakes son casi tan viejos como el propio cine y es que no hay que ser un lumbreras ni un hacha en los negocios para pensar que es buena ocurrencia seguir intentando obtener réditos de una buena idea, en este caso de una película taquillera.
Pero, ¿qué pasa cuando esa película no es tuya? No puedes hacer una secuela ni un remake porque no tienes los derechos de ella. Así que solo te queda una solución: Hacer un film de argumento parecido para así intentar pillar alguna de las migajas que ha dejado el film de éxito que intentas copiar.
Para que me acabéis de entender os pongo un par de ejemplos: Cuando “Tiburón” logró ser un gran taquillazo, no tardaron en salirle imitadores. Así tuvimos otros terrores marinos como “Piraña”, “Orca, la ballena asesina”, “Tintorera” o “Barracuda”.
Lo mismo pasó con “La noche de Halloween” cuyo éxito generó un afán por producir películas slasher como “Viernes 13”, “Pesadilla en Elm street” o “Noche de paz, noche de muerte”.
Hoy os hablaré de una serie de films que se realizaron y llegaron a las carteleras de los cines y/o estanterías del videoclub en un período de dos años, concretamente 1987 y 1988. Esos films tenían como nexo común que su argumento giraba en torno a las aventuras que vivía un niño o adolescente que por algún hecho mágico se transformaba en adulto (como bien habréis deducido por lo poco sutil que es el título del artículo).
Estos son los films que formaron esta, llamémosle, moda:
1) Cuando fui mayor (Da grande 1987)
El primer film de esta temática que llegó a las pantallas, no era una producción americana si no italiana.
En ella nos narraban la historia de Marco Marinelli, un niño que dolido porque sus padres, adictos al trabajo, no han recordado su cumpleaños decide formular un deseo que increíblemente se hace realidad: hacerse adulto.
Convertido en adulto, Marco alquila una habitación en casa de su maestra, de la que está enamorado. Con su mentalidad de niño no le es difícil encontrar trabajo como canguro. Se pone en contacto con sus padres pues finge que es el secuestrador de su hijo, o sea, él mismo (como ocurría en “Big”).
El hecho de que en esos años surgieran films americanos de mismo argumento y con la participación de actores famosos, hizo que “Cuando fui mayor” pasara desapercibida en España.
2) De tal astilla… tal palo (Like father, like son 1987)
Jack Hammond es hombre viudo que vive con su hijo Chris. Jack es un brillante cirujano que está a punto de ser nombrado jefe de uno de los mejores hospitales del país. Por su parte Chris es un estudiante que intenta obtener logros académicos para contentar a su padre.
Tras ingerir un brebaje indio, padre e hijo intercambian sus cuerpos y ya tenemos el lío servido.
A pesar de que Jack le pide a su hijo que no salga de casa mientras él intenta obtener una cura al encantamiento, este termina en el hospital ejerciendo la profesión de su padre para la que, evidentemente, no está preparado.
Al final, padre e hijo no solo recuperaran sus respectivos cuerpos si no que además arreglaran las diferencias que había entre ellos gracias a que al vivir atrapado uno en el cuerpo del otro, saben que siente la otra persona.
“De tal astilla… tal palo” jamás me pareció una maravilla. Supongo que es debido a que su protagonista, Kirk Cameron, nunca fue santo de mi devoción (y menos ahora que se ha convertido en un predicador homófobo) y que Dudley Moore era un actor que me cargaba bastante y que aquí intentaba recuperar parte de la popularidad obtenida hacia unos cuantos años con “10, la mujer perfecta” o “Arthur, el soltero de oro”.
Para pasar una tarde de domingo, tiene un pase, pero no esperéis mucho.
3) Big (Big 1988)
Sin duda alguna, la mejor de todos las películas de esta temática. La más divertida, la más tierna y la mejor interpretada, con un Tom Hanks en estado de gracia y por cuya interpretación recibió su primera nominación al Oscar.
Josh Baskin es un niño de trece años que harto de que las chicas de su clase no le hagan caso y que sus padres lo traten como a un niño, desea ser mayor. Una noche le formula este deseo a una vieja maquina que encuentra en el parque de atracciones y para su sorpresa le es concedido.
Tiene que huir de su casa, pues su madre le toma por alguien que ha secuestrado a su hijo, y con la ayuda de su amigo Billy llega a la ciudad. Allí deberá encontrar un trabajo, cosa que hace en una empresa de juguetes, para poder sobrevivir mientras su amigo intenta localizar la maquina de los deseos.
Cuando al fin Billy da con la maquina, Josh ya no está tan dispuesto a volver a ser niño ya que se ha convertido en un importante empresario y tiene un romance con una de sus compañeras.
Big nos regala escenas antológicas, como la de Josh y su jefe jugando con un piano gigante en la juguetería que este poseé, la fiesta de empresa a la que acude Josh con un esmoquin de lo más curioso, las reuniones a las que acude Josh y en las que no para de formular preguntas o los momentos románticos que Josh vive con su compañera de trabajo Susan.
De visión obligatoria si aún no la has visto y de revisión obligatoria cada cierto tiempo si lo has hecho.
4) Viceversa (Vice versa 1988)
De argumento parecido a “De tal astilla… tal palo”, “Viceversa” nos cuenta la historia de Marshall y de su hijo Charlie, que a causa de los poderes de una calavera mágica intercambian sus cuerpos.
A partir de entonces Marshall, atrapado en el cuerpo de su hijo, tiene que volver a la escuela y Charlie, atrapado en el cuerpo de su padre, tiene que suplantarle en la empresa juguetera donde el trabaja.
Mucho más divertida que “De tal astilla… tal palo” pero menos popular. Fred Savage (“Aquellos maravillosos años”) lo borda en su papel de adulto en cuerpo de niño y Judge Reinhold (“Superdetective en Hollywood”) está francamente divertido.
“Viceversa” mereció correr mejor suerte, en parámetros de éxito me refiero, de la que tuvo, pero los films que le precedieron no le dieron muchas oportunidades. Mucho más recomendable que los otros films, excepto “Big”, que conforman esta lista.
5) De 14 a 30 años en 15 segundos (14 going on 30 1988)
Floja producción de Disney realizada a la estela del éxito de los films comentados y con la única intención de obtener su porción del pastel.
Debido a la exposición a la que se somete dentro de una maquina que acelera el crecimiento, el joven Danny O’Neil pasa de ser un niño de 14 años a un adulto de 30.
Como adulto se pone a trabajar como director del colegio donde él mismo estudiaba. Aprovechará esta posición para intentar conquistar a la señorita Noble, la profesora que lo tiene enamorado.
Con un sentido del humor directamente infantil este film no destaca por sus virtudes, precisamente y si por su estúpido final. A saber: Danny vuelve a meterse en la maquina para volver a ser un crío, su mejor amigo, que si no recuerdo mal es el inventor de la maquina, harto de ser un niño marginado se mete dentro para convertirse en adulto y terminar ejerciendo de profesor en la misma escuela, pero lo más lamentable de todo es que la señorita Noble, que se había enamorado del Danny adulto, también se mete en la maquina para volver a ser niña y así poder seguir siendo la novia de Danny.
Como podéis ver, un final de lo más imbécil pero típico viniendo de Disney.
6) Plantón al cielo (18 again! 1988)
Este film es un poquito diferente a los anteriormente expuestos. En “Plantón al cielo” nos cuentan la historia de Jack Watson, un millonario playboy que está a punto de cumplir 81 años justo a la vez que su nieto David está a punto de cumplir 18.
Jack desearía volver a ser joven y este deseo se cumple gracias a un accidente automovilístico que sufre con su nieto. Él posee el cuerpo de su nieto, y su nieto el de él, con la mala fortuna que está en coma.
Jack vuelve a disfrutar la vida pero también descubre otras cosas que no le satisfacen tanto, como por ejemplo que su joven mujer le es infiel y que su hijo opina de él que ha sido un mal padre.
Las cosas se complican cuando descubre la intención de su hijo de desconectar el cuerpo donde está atrapado David, o sea su cuerpo, de la maquina que lo mantiene con vida.
Película realizada a mayor gloria de Charlie Schlatter, un actor del que intentaron hacer una estrella juvenil (era el protagonista absoluto de la séptima entrega de “Loca academia de policía”) y que actualmente paga el alquiler y las facturas gracias a lo que gana trabajando en la serie “Diagnostico: Asesinato”.
El anciano multimillonario está interpretado por George Burns, un cómico famoso en USA, pero aquí no lo conoce nadie, o casi nadie.
Y con “Plantón al cielo” cerramos la lista.
Curiosamente hace pocos años se reavivo el boom por rodar films argumento similar. Así llegaron a nuestras pantallas películas como “El sueño de mi vida”, “17 otra vez” o “Ponte en mi lugar”. Aunque no son remakes sus títulos originales si que remiten a los films que hemos enumerado en la lista. Por ejemplo, “17 otra vez” era una traducción literal de su título original, “17 again”, al que solo le han restado un año del título original de “Platón al cielo” que era, recordémoslo, “18 again”. También le han restado un año al título original de “El sueño de mi vida”, que era “13 going on 30”, del de “De 14 a 30 años en 15 segundos, que era “14 going on 30”, amén de cambiar también el sexo del protagonista. Suponemos que esos títulos fueron puestos con la intención de llamar la atención del público veterano e intentar hacerles creer que se trataban de revisiones de películas ochenteras.
Ahora me gustaría saber vuestra opinión. ¿Recordáis estos films? ¿Los visteis? ¿Cual era vuestro favorito? Contad, contad.