Hoy en día todo lo relacionado con la educación sexual de los niños y niñas de la mal llamada “era digital” está súper controlado, súper mimado y planificado. A parte, los padres y las escuelas cuentan con toda una serie de soportes audiovisuales de magnífica factura que facilitan soberanamente la tarea de enseñar a los hombres y mujeres del mañana cómo engendrar a los que los sustituirán. Bueno… todo esto en teoría, con sus claroscuros y sus más y sus menos, pero este es un blog dedicado al viejunismo y no a la educación, así que tampoco voy a entrar a valorar demasiado la calidad de los contenidos citados anteriormente.
Lo que sí es verdad, es que por muy malos que sean, todos estos recursos sobre educación sexual están a años luz de los que habían cuando yo era un chaval, más que nada porqué de hecho no existía ninguno. ¿Cómo entonces nos “educamos” sexualmente toda una generación de seres marcados con una vacuna misteriosa? De diversas maneras, básicamente dos:
- Por tradición oral: ¿existe alguna manera más bizarra para saber qué es la masturbación que te lo explique un compañero del coro durante la misa del gallo de Navidad? Pues ahí lo dejo, tampoco os daré muchos más detalles. Así fue en mi caso. Y no solo eso, la tradición oral es principio y final, causa y efecto de cientos de falsos mitos sobre el sexo, como por ejemplo aquel de que si te tocas mucho te quedarás ciego. Vale, tengo unas cuantas dioptrías, pero aún soy capaz de distinguir formas y colores cuando abro mucho los ojos.
- Gracias a la pornografía: Ese gran regalo de los dioses que nos llegaba en forma de papel couché, relatos muy subidos de tono o con esas grandes, al par que añoradas, producciones cinematográficas pornográficas ochenteras. Gracias a todas ellas supimos que nunca llegaríamos a tener las dimensiones de John Holmes y que si algún día llegábamos a tener novia no sería tan “abierta de miras” como nuestra idolatrada Traci Lords. Bueno, a parte nos quedó claro que hacer el amor era algo que tenía que durar como mínimo unos 20 minutos durante los cuales tendría que haber como mínimo cuatro cambios de postura y unos dos o tres cambios de prácticas o técnicas amatorio-sexuales… lo normal vamos, ¿verdad viejun@s?
Si bien estas dos fuentes de información fueron mis dos principales vías para aprender todo lo que necesitaba saber sobre sexo y nunca, ni entonces ni ahora, me atreví a preguntar, un día maravilloso descubrí una tercera manera de conocer muchas cosas sobre las relaciones físicas interpersonales: los anuncios de contactos y relax de los periódicos. Y no sólo eso, estas pequeñas cápsulas de información escondían, si sabías leer e interpretar entre líneas, muchos otros contenidos pedagógicos y retos mentales que podían alimentar el ávido de conocimientos cerebro de cualquier chaval adolescente en busca de la iluminación a través del conocimiento sexual. Analicemos unos cuantos de estos “bocaditos” de sabiduría sacados al azar de la edición de un día cualquiera de 1987 de La Vanguardia:
El clásico anuncio. Estructura estándar en la que una chica de “supuesto” buen ver se describe a sí misma ofreciéndose a múltiples deseos y nos explica que sus pechos son voluptuosos y de fácil tocar. El término “salidas h.” ya plantea un primer punto de reto mental, pero a este tipo de mensaje volveremos más adelante. A parte la chica es muy ecologista ya que dice que es muy “ECO.”. Caray, rubia, buenos pechos y un poco hippie… creo que me podría enamorar de ella. Fijaos además en el detalle del número de teléfono… ¿os acordáis de cuando no empezaban por 9 y para llamar a otras provincias tenías que recordar el prefijo?
Una primera evolución del anuncio típico. Tres chicas (sin copa) que por sus descripciones se compensaban la una con la otra. La ley de la compensación universal aplicada a los anuncios de relax, oferta para todos los gustos. Si Sonia era bonita, Ana y Eva debían ser mas feas que un frigorífico por detrás. Si Ana era no profesional, Sonia y Eva debían llevar años y años practicando la noble profesión y dominar con maestría cientos de técnicas sexuales. Y si Eva era llenita y con mucho pecho, Sonia y Ana debían ser planas como una tabla de planchar. Todas eran jóvenes, eso sí, ya que la juventud o la “supuesta” juventud siempre ha sido un gran argumento en este tipo de publicidad.
Un primer alto importante en el camino. ¿Chicos ofreciéndose para sexo? ¿Dónde se ha de firmar? La primera vez que leí uno de estos anuncios se me iluminó la cara al imaginar que existía una profesión a la que si le dedicaba tesón y esfuerzo me podía llegar a permitir tener sexo con infinidad de chicas y mujeres mi ciudad y sus cercanías… ¡y además cobrando! Más tarde me di cuenta de que el anuncio no estaba dirigido a seres humanos de sexo femenino, sino bien al contrario, los posibles clientes era, al igual que los anunciantes, hombres hechos y derechos. Mi entusiasmo decayó de inmediato, no por nada, simplemente, y haciendo una interpretación libre de una frase de Chaplin, no tengo el honor de ser homosexual.
No os quedéis tanto con el mensaje del anuncio como con la forma en que está redactado. ¡El tío era un genio de la abreviatura! Y en una época en que los anuncios de cobraban por letras y palabras esto convertía en un potencial genio del márqueting a quien fuese capaz de escribir un mensaje así. Ni una sola palabra entera, y la mayoría con solo una letra. Leer este tipo de anuncios potenciaba tu capacidad de deducción de una manera bárbara. Supongo y espero que estos servicios que ofrecía en el anuncio fuesen un trabajo pasajero para el tal Jorge ya que sería una lástima que tal talento para la publicidad se hubiese perdido en el olvido. Por cierto, no hace falta que os diga lo que significan las abreviaturas, ¿verdad?
Sinceramente la primera vez que lei sobre un lugar llamado “las cuevas del sado” me vino a la mente la imagen de la serie “Dragones y Mazmorras”. Me imaginaba un lugar lleno de argollas, antorchas y seres extraños a la espera de nuevas y excitantes aventuras. Quizá no iba demasiado desencaminado… o sí.
Esto no lo entendí nunca. ¿Qué motivos podría tener alguien en tener a alguien que lo dominase? Yo en casa ya tenía a mi madre que me ordenaba hacer los deberes, me ponía horas de llegada cuando salía con los amigos y que gestionaba mis paupérrimos ingresos en forma de mínima asignación semanal. Pensaba que la gente estaba loca, no fue hasta más adelante que descubrí, a pesar de no practicarlos nunca, los postulados del Marqués de Sade y entendí los motivos que podían llevar a alguien a hacer la llamada a ese número de teléfono, perdiendo así la inocencia de mi primera interpretación sobre el asunto.
Entender e interpretar un anuncio de este tipo era todo un reto. Pero lo más destacable era la introducción de los conceptos “francés” y “griego”, conceptos que todos hemos interpretado alguna vez como “la práctica de la lengua concreta ya sea de manera oral o escrita”, pero que en realidad hacían referencia a técnicas sexuales de las cuales eran un claro eufemismo en contra de utilizar palabras un poco malsonantes como “mamada” o “encular”. No cabe decir que la correcta interpretación de los términos la logré a partir del comentario con algún amigo al cual, remitiéndome al principio del post, le habían llegado esos conocimientos por tradición oral. En la misma línea cabe destacar el concepto “lluvia dorada” y a parte preguntarse… en serio, ¿la gente paga para que le administren edemas?
Los anuncios de contactos y relax eran un canto a la universalidad y la humanidad. Una manera de romper tabúes, prejuicios y tópicos mal entendidos. Es por eso que agradeceré eternamente que tanto Trini como Marina rompiesen el manido concepto de que los catalanes somos avaros. Precios populares señoras y señores, nada de cobrar por encima de sus posibilidades. Y además de catalanas y empresarias las chicas estaban sanas y lo podían demostrar con el certificado médico que atesoraba y que ofrecían enseñar a todo aquel cliente que lo pidiese. Gracias chicas, con una frase hicisteis más por Cataluña que cientos de políticos, tanto antes como después de vosotras. Desde aquí quiero hacer un llamamiento y crear una campaña en “change.org” para que estas pubillas tengan una calle, una plaza o un paseo con su nombre en mi ciudad.
Gracias, si pierdo alguno de mis cómics o algo por el estilo te pego un toque. El espíritu de ayuda y servicio de estos anuncios es algo que te llegaba muy, pero que muy hondo.
Y después habían los grandes anuncios de grandes saunas. Las más conocidas en Barcelona, con los anuncios más llamativos eran: Bali, Cristal, Twins y Yuma. Generalmente ofrecían grandes servicios, exclusividad, limpieza y renovación constante de personal. Eran quizá los anuncios más llamativos pero a la vez los menos divertidos y con menos valor académico de todos:
Esta era la entrada a la Sauna Yuma:
Durante un buen periodo de tiempo me aficioné a la lectura de los anuncios de relax y contactos. Me proporcionaban conocimientos y grandes dosis de risas al comentarlos con mis amigos. También suponía una aventura ya que mis padres alegres al principio de ver que me había aficionado a la lectura diaria del periódico: “Mira que hijo tan culto que nos ha salido”, pensaban. Al poco tiempo se dieron cuenta de que mi afición a la lectura de la prensa diaria se centraba exclusivamente en dos páginas muy concretas: “Mira que hijo tan guarro nos ha salido”, acabaron pensando.
¿Y vosotros qué viejun@s? ¿Aprendisteis mucho con este poco valorado tipo de prensa? ¿Ya habéis deducido qué significan las abreviaturas del anuncio de antes? Contad, contad…
Tomad la medicación…