Lecturas bizarras: “Un amor para Chris: Nacida inocente 6ª parte”

Estáis de enhorabuena. La sección cuya existencia nunca habíais pedido está de vuelta. Y es que en Retro Memories somos así. Basta que vosotros no deseéis algo para que nosotros creamos que es de capital necesidad proporcionároslo. Y de todas las cruzadas estúpidas en las que nos hemos embarcado, la de reseñar la saga de libros “Nacida inocente” se lleva la palma. Pero bueno, ya es tarde para echarse atrás, más que nada porque me compré los doce putos libros de la colección, y además esto se ha convertido en un reto personal. Debo leerme la docena de títulos que conforman la saga y contároslo. Así que vayamos al lío, porque creo que ya ha quedado claro que queráis o no hoy hablaremos de la sexta entrega de “Nacida inocente”, en cuya portada vuelve a aparecer mi amada Linda Blair en un fotograma de la película “Dulce secuestro”.

A ver, al final de la reseña del quinto libro os formulaba la pregunta de que si creíais que a Chris la iban a volver a violar en el siguiente ejemplar, o sea este. Bien, he de deciros para vuestra alegría y jolgorio, y por favor que nadie me malinterprete que ya sé que el tema es sensible, que sí, que en este libro vuelven a abusar sexualmente de nuestra protagonista. Tres violaciones en seis libros. Esto ya es mejor tomárselo a cachondeo porque tanta mala suerte es imposible. Pero mejor no adelantemos acontecimientos y empecemos por el principio.

Chris está viviendo con su novio Johnny. Recordad que en la quinta parte nuestra amiga conocía al que parecía que iba a ser el amor de su vida. Pues una mierda. La vida en pareja no es nada idílica. De hecho la pasión de la joven pareja esta a niveles deplorables. En un pasaje del libro, ojo expresión que he soltado, descubrimos como hasta el sexo es deleznable. Johnny se limita a las dos sacudidas de rigor y ya. Ni un poco de afecto ni nada de abrazar a su novia al terminar ni nada de nada. Claro, a Chris esto la hace sentir sucia. Tal vez tú amigo lector, que nunca te fijas en la cara de aburrimiento y/o asco de la chica que tienes debajo cuando fornicas, no entiendes a lo que me refiero, pero tú amiga lectora, que eres mujer como yo, seguro que sabes de qué estoy hablando. ¿A qué sí?

«Otro polvo aburrido. Y van…»

Bueno, el panorama es lamentable, pero la cosa se complica cuando Johnny abandona el hogar para ir a cuidar a su madre enferma. A partir de aquí la cosa pilla unos derroteros que no os voy a engañar, no interesan lo más mínimo. A saber, reaparece Josie, la compañera de reformatorio de Chris, que incitará a nuestra heroína a frecuentar un club de jazz hiperchungo y malas compañías. Entre otros Chris conocerá a Patsy Grant, un músico alcohólico y drogadicto que va tope salido y que a la mínima intenta meterle un filetazo a nuestra amiga. A ella este tío la asquea cosa mala, pero a pesar de eso un día le da un pico. Porque sí. Porque ella es así.

A todo eso también está Al Tiziani, un chaval que está pilladísimo por Chris y que como buen italoamericano trabaja en el colmado familiar. Porque si algo tiene esta saga es que tirando de tópicos no hay nadie igual. Pero lo mejor de todo es la reaparición del juez Turner que viene solo para decirle a Chris que puede conseguir el sobreseimiento de sus antecedentes y llegar a la mayoría de edad con un historial limpio. ¿El problema? Esto lo ha de solicitar un familiar y el único pariente vivo que tiene Chris es su hermano que, recordemos, la traicionó dos veces entregándola a la policía y que además ahora vive en Puerto Rico.

Nuestro amigo Juan leyendo apasionadamente la sexta entrega de «Nacida inocente».

Todo esto os puede parecer que es un coñazo y no es así. Es un puto coñazo. Me gustaría decir que a partir de aquí la cosa mejora, pero no. Ahora viene un relleno, no muy grande gracias a Dios, en el que nos cuentan diferentes encuentros de Chris con Patsy y les cutres intentos de Al para conquistar a la idiota de nuestra amiga. Ojo que lo mejor viene ahora. Chris tiene una cita con Al. Van al cine a ver no sé qué mierda de película. Se despiden con un besito tope casto pero eso hace que Chris se pregunte si tal vez Al no es el italoamericano empotrador que necesita en su vida. De esos que te dan un meneo que te dejan tonta después de comerse un sándwich de pastrami. Mientras se pregunta esta gilipollez llega a su casa para descubrir que Johnny, recordemos que es su novio, ha vuelto. Pero se va de nuevo, pero más adelante vuelve otra vez, echan un polvo con cara y ojos, no esa birria que venían echando hasta ahora, y le pide que se case con él. Ella acepta, porque a estas alturas ya se ha olvidado de Al.

Esto parece que se pone emocionante, ¿eh? ¡Qué va! Sigue siendo la misma mierda de antes. Pero la cosa da un giro espectacular, o tal vez no, cuando nos enteramos que Patsy está metido en un trapicheo de drogas con… ¡El hermano de Chris! ¡Ha vuelto! Es increíble los giros que puede dar el destino, ¿eh?

Más o menos por aquí vivía el hermano de Chris.

Cuando creemos que los niveles de desvergüenza de este libro ya no pueden caer más, llega el gran momento. Chris descubre que Johnny la ha engañado. Él tiene otra novia y se va a vivir a Londres. Así que ella va al aeropuerto solo a darle una hostia antes de que su avión despegue. Rota, destrozada y llorando por los descosidos nuestra protagonista topa con un tío, que es asistente de vuelo, que le dice que no vale estar así por un chico y que lo que tiene que hacer es irse a cenar y de fiesta con él. Tope raro, ¿no creéis? Pues Chris acepta. Van a cenar. Van de copas. Pasean dedicándose alguna que otra carantoña y cuando llegan al domicilio de Chris esta se quiere despedir con un simple beso y el pavo le dice que ni de coña. Así que ya que ella no se lo va a dar, él lo tomará a la fuerza. Violación al canto. Tras ser forzada por tercera vez en su vida, no lo olvidemos, Chris toma una decisión. ¿Ir a denunciar la agresión? ¿Comprar una pistola y matar a su violador? ¡No! Ir al mercado con Al. Igual es por el shock, no sé.

Al final, y resumiendo porque me estoy aburriendo hasta yo, Chris desarticula toda una banda de traficantes solo para salvar la vida a su hermano y que así este pueda pedir el maldito sobreseimiento. Vamos a realizar un pequeño alto para recapitular unos datos. En seis libros, Chris ha sido violada tres veces, repito, se ha fugado del reformatorio, ha impedido un atentado terrorista, ha salvado a sus compañeras de un incendio, se vio involucrada en el trafico de joyas en Puerto Rico, rescató a un chaval que habían secuestrado y desarticula una banda que se dedica al tráfico de drogas. Todo esto con solo diecisiete años. Y tú creías que tu adolescencia fue dura, ¿eh?

«Chris desarticuló mi banda, Es una hijuaeputa.»

Por si te preguntas cómo acaba la cosa te diré que Chris consigue el sobreseimiento y anuncia que se va a casar con Al. ¿Final feliz? Por ahora.

“Un amor para Chris: Nacida inocente 6ª parte” es una autentica aberración de la literatura. Un libro malo con avaricia. A estas alturas es cierto que ya no espero nada bueno de esta saga, pero el nivel es tan bajo que asusta. Añadid que la credibilidad ya hace tiempo que desapareció. Supongo que llegado este momento lo de concienciar a los más jóvenes ya se la traía sin cuidado y lo único que les interesaba era seguir exprimiendo el filón. Se me hace difícil pensar que derroteros cogerá la cosa en los siguientes seis libros. Que tampoco es una cosa en la que vaya a pensar mucho, ya os aviso.

Pues esto es todo. Llega el momento en que vosotros podéis decir la vuestra. ¿Alguien aparte de mí ha sido tan idiota de leerse este libro? ¿Qué os parece? Contad, contad…

Para leer la reseña de «Nacida inocente 7ª parte» clica AQUÍ.