Las aventuras de Zipi y Zape (1982)

¿DE QUÉ IBA “LAS AVENTURAS DE ZIPI Y ZAPE”?

Antes de seguir adelante quiero comentaros, queridos viejunos, que la película es muy difícil de catalogar, seguir y ver. Para mi es una obra maestra del cine mal hecho y es puntera en los rasgos que caracterizarían esta clasificación. Podemos ver errores de racord, fallos de guión, interpretaciones malísimas, actores mal escogidos, escenas que no pintan nada en la trama… Pero de tan mala que es lo cierto es que merece, como mínimo, un visionado. No os creeréis que pueda ser verdad lo que estáis viendo y pensaréis que se trata de una mala pasada de las drogas que ingeríais de jóvenes, tiempo antes de ingresar en el asilo. Pero os juro que la película existe y que es tal como la estáis viendo.

Dicho esto intentaré hacer una pequeña sinopsis. La trama es sencilla y la define el título. Veremos, durante una hora y treinta y cinco minutos lo que viene a ser un intento por relatar una aventura de los gemelos creados por Escobar a finales de los años 40 del siglo XX.

Empieza con la vuelta al cole después de las vacaciones. Aquí podemos observar el primer número musical de la película, porqué si amiguitos y amiguitas, el film es un musical os digan lo que os digan. Si más os dejo con tan magna escena:

Escalofriante… ¿verdad? A pesar del horror cabe destacar algunos elementos que, si bien no aportan nada a la trama, si que nos pueden dibujar una sonrisa nostálgica en nuestra arrugada cara: los coches, la ropa de los niños, las carteras… incluso las puertas de la clase son de otro siglo. A parte queda el vestuario de los protagonistas: Zipi y Zape, que es totalmente anacrónico con la época en la que está ambientada la película y, que ya nos presenta a los gemelos como unos verdaderos outsiders del momento.

Don Minervo presenta a la clase a Oliverio, un niño nuevo con pinta de pijo que enseguida empieza a ser víctima de lo que hoy se llama bullying pero que en los ochenta se llamaba «meterse con el novato». Zipi y Zape, a pesar de ser unos gamberros, se apiadan de Oliverio, lo defienden del resto de la clase y se hacen amigos de él.

Oliverio, el pijo novato

La peli entra en este momento en una laguna (una de muchas) en las que nos encontramos con los padres de Zipi y Zape, que nada aportan a la historia y que son el reflejo casposo de una sociedad machista de la que, por suerte, cada vez nos alejamos más. De verdad, la humillación a la que se somete Jaimita Zapatilla delante de Don Pantuflo Zapatilla haría saltar las alarmas de cualquier juzgado de hoy en día si se repitiesen actitudes como las del film.

Más que esposa, esclava.

Más de media hora después de haber empezado la cinta se nos empiezan a dar destellos de la trama sobre la que versará la historia. Bautista, el criado de la tía de Oliverio, Aniceta, debe dinero a unos mafioso que le obligarán a darles información sobre el paradero del niño pijo para que puedan raptarlo y pedir un rescate por él.

Bautista, un ludópata en apuros.

Los mafiosos, llamados gansters simplemente, son patosos y muy malos en su oficio de maleantes, por lo que a lo largo de la película irán sufriendo golpes, burlas, etc..

Los gangsters, los malos malosos de la historia.

Ajenos a los maléficos planes de los criminales y el mal mayordomo, Zipi, Zape y Oliverio llevan a cabo un plan a base de pólvora y explosiones para escaparse de la escuela y poder pasar un fantástico día en un parque de atracciones (concretamente el parque de atracciones del Tibidabo para los que lo conozcáis), en la que, para mí, es la mejor escena de la peli:

Acaban el día en una bolera donde conocerán a unas niñas (bastante salidas y políticamente incorrectas por cierto) que invitarán a nuestros tres protagonistas a un concurso de rock que se celebra esa misma noche en la discoteca Discorama. El concurso, os recuerdo: nocturno, podría haber sido el sueño húmedo de un pederasta cualquiera pero no, se ve que en los ochenta los niños trasnochábamos y nos poníamos pedos a base de bien en las discos. A destacar la camiseta del presentador del concurso:

La camiseta con la leyenda en ella.

Un momento… ¿no sabéis quién fue Leif Garrett?  Y aún más importante… ¿no sabéis como acabó? ¿Noooo? Pues no os perdáis el  fantástico post que publicamos sobre él hace un tiempo haciendo clic aquí.

En el concurso participan varias bandas e incluso los gángsters y, o milagro,  nadie se da cuenta de que unos adultos treintañeros  están participando en un festival infantil…

Pero finalmente los malos consiguen raptar a Oliverio y nuestros queridos protagonistas entran en depresión profunda y les da por preguntarse cosas transcendentales como el porqué de la vida, la intervención de dios en el devenir humano y de paso también sienten una necesidad irrefrenable de ayudar a viejecitos (como vosotros ahora) con perro a cruzar la calle o a viejecitas cargadas con paquetes mal envueltos (impagable la secuencia). No perdáis esta joya del cine contemporáneo donde de fondo podéis escuchar el temazo «Papa… ¿Dónde está el amor?»:

No, no estáis alucinando, cortan la canción de golpe, sin fades outs ni chorrdas… cambio de escena y a tomar por el culo.

Después del bajón, Zipi y Zape renacen cual ave fénix de sus cenizas y movilizan tierra, mar y aire para rescatar a su amigo secuestrado. Les ayudarán personajes tan dispares como estos:

Los miembros de PDO
Los diablillos de churly
Bulk
Mero Jolmes

Finalmente, entre todos consiguen rescatar al niño raptado y, oh milagro, los malos se convierten en buenos y resulta que todo fue una broma que se les escapó de las manos. Al final todos son amigos y bailan y cantan para celebrarlo

 

ALGUNAS COSITAS MÁS

¿Sinceramente? La película es una mierda, una mierda de las gordas. Pero de tan y tan mala que es, para mi, se encumbra por si misma a un altar reservado a muy pocos films, como los de Ed Wood, para convertirse en una cinta mítica. De tan y tan mala que es se merece como mínimo un visionado.

La dirigió Enrique Guevara, autor entre otras, de películas como «La vida sexual de la pareja» o «En busca del polvo perdido». ¿Alguien sabe donde se pueden ver? Por favor… lo necesito.

Los protagonistas, Zipi y Zape, fueron interpretados por los gemelos Luis y Patxi Valtuille que ya eran demasiado creciditos para el papel y que se labraron una relativa fama interpretando a los personajes de cómic gracias a la grabación de un disco y a las actuaciones televisivas que hicieron interpretando las canciones disfrazados de la creación de Escobar.

Portada del disco que grabaron. Ellos no se parecían a Zipi y Zape… y los dibujos de la portada no se parecían a ellos. Gran trabajo del ilustrador.

Su éxito fue tan efímero como el de la película y su disco, pero nunca dejaron de estar ligados a la música y aún hoy en día tienen su banda de rock llamada Luitxidrums. Aquí os dejo su MYSPACE.

Para el papel de Oliverio se escogió después de un gran cásting a Marc de Semir. Posteriomente jamás volvió a actuar a pesar de que los periódicos del momento lo encumbraron a la categoría de niño prodigio… santa inocencia.

Principio y final de una escueta carrera.

Hasta hace poco tiempo Marc fue el jefe de comunicación del Hospital de Barcelona.

El resto del reparto lo completan actores en boga en aquella época en el circuito catalán de televisión como Alfred Lucchetti, Joan Monleon, Amparo Moreno, Marta Angelat y la mítica y añorada Mary Santpere:

Amparo Moreno, Mary Santpere y… ¡un señor con una cámara de cine!

Tengo la sospecha de que se rodó en catalán y que finalmente fue doblada al castellano. Si os fijáis toda la cinta está doblada y, a los que sepáis hablar catalán no os costará daros cuenta de que los labios parecen decir lo mismo que se oye pero en esta otra lengua. A Zipi y Zape los doblan dos señoras que ayudan a hacer más grande el esperpento. Seguramente existe alguna copia de la película en su lengua original pero no he sabido localizarla, como mínimo lo que sí podemos asegurar es que sí fue estrenada:

 Se puede rajar y criticar mucho la película. Pero sobre eso ya se han escrito ríos de tinta. Yo os quiero destacar su punto más fuerte y que para mi es: el valor arqueológico que tienen sus escenas. Se rodó integramente en la ciudad de Barcelona y, para los que vivimos allí nuestra infancia, ver algunos lugares que hoy, o bien ya no existen, o bien han cambiado tanto que nada tienen que ver con lo que eran, es algo que nos puede poner muy nostálgicos. Algunos ejemplos:

La plaza Catalunya sin el monumento a Macià y aún con el Banco Central.
Las Ramblas, con las típicas cabinas de telefónica y al fondo el monumento a Colón en obras, seguramente de restauración.
El principio de las Ramblas con las sillas que se tenían que alquilar para sentarse y al fondo el Zurich original sin el Triangle ni nada.
La discoteca Muntaner 4, actualmente es el teatro «Sala Muntaner»
Creo que todos descubrimos que había una bolera en nuestra ciudad gracias a esta película
La desaparecida atracción del parque del Tibidabo donde más de uno se abrió la crisma y que hoy en día no pasaría ni una sola inspección de seguridad.

MIS RECUERDOS

Os seré sincero viejunos, yo de pequeño alucinaba con esta película. El momento en el que hacen volar los lavabos de la escuela con pólvora, el coche volador, cuando Zipi y Zape se colgaban del parachoques trasero de un taxi y medio volaban por la ciudad… Todos esos momentos fueron muy importantes para mí y me hicieron volar la imaginación.

Es verdad, vista con los años, la peli es muy inaguantable pero dejadme, por una vez, abogar al espíritu nostálgico y que encumbre «Las aventuras de Zipi y Zape» hasta la categoría de mítica cinta digna de estudió y devoción freak por excelencia.

Tomad la medicación viejunos…