“ La chica de rosa ” (Pretty in pink 1986) es una hermosa y divertida comedia romántica obra del gran genio que fue John Hughes.
Aunque la película fue dirigida por Howard Deutch, la autoría se le puede adjudicar perfectamente a Hughes, que fue el encargado de escribir el guión y que también está acreditado como productor ejecutivo. El único motivo por el cual no la dirigió es que ese mismo año se encargó de la dirección de “Todo en un día”, otro clásico juvenil de los 80.
Hughes escribió el guión con Molly Ringwald en mente para interpretar a Andie, la protagonista. Ringwald, que ya había trabajado con Hughes en las imprescindibles “Dieciséis velas” y “El club de los cinco”, al principio rehusó participar en el film pero luego recapacitó y aceptó.
Para el papel de Duckie, el mejor amigo de Andie, el escogido fue Anthony Michael Hall, que también había participado en “Dieciséis velas” y “El club de los cinco”, pero este por miedo a quedarse encasillado en este tipo de personajes lo rechazó. El escogido para sustituirle fue Jon Cryer, hoy famoso por su participación en “Dos hombres y medio”.
Para interpretar a Blaine, el interés amoroso de Andie, el escogido fue Andrew McCarthy que venía de triunfar con el film “St. Elmo, punto de encuentro”.
Con el casting cerrado, el rodaje empezó el 22 de junio de 1985.
TRAILER DEL FILM:
LA PELICULA:
Andie Walsh es una chica de clase trabajadora que está en su último año de instituto. Vive con su padre, un hombre que tiene dos graves problemas: Por un lado esta en paro y por otro aún no ha superado que su mujer, la madre de Andie, los abandonara a ambos.
Andie trabaja en una tienda de discos para así poder ayudar en casa. Su mejor amigo es Duckie, un chico bromista y mal estudiante que esta enamorado secretamente de ella.
Andie se siente atraída por Blane, un chico rico, pero cree que él no esta interesada en ella por pertenecer a diferentes clases sociales.
Blane también suspira por Andie, pero por mucho que intenta que ella se de por aludida, incluso va a comprar discos a la tienda donde ella trabaja, nunca lo consigue.
También tenemos a Steff (interpretado por James Spader) amigo de Blane y que esta obsesionado con Andie.
Además del acoso de Steff, Andie debe lidiar con el odio que le tienen algunas compañeras de clase, que son del circulo de amistades de Blane y Steff.
El argumento se puede resumir en eso tan manido de chico busca chica, chico encuentra chica, chico pierde a chica y finalmente chico reencuentra a chica, pero Hughes consigue hacerlo de una manera magistral.
Por ejemplo, Blane consigue una cita con Andie a través de un ¿pionero? chat informático. Blane consigue que Andie venza sus reticencias a estar con él debido a sus diferentes status. Nos muestran una preciosa historia de amor pero ¿qué sucede entonces?
Lo que sucede es que los amigos de ambos empiezan a malmeter. Por un lado Duckie rompe su amistad con Andie, más presa de los celos que de otra cosa.
Por otro Steff, también celoso por no poseer él a Andie, empieza un acoso y derribo bastante cruel con Blane. Porque no solo le habla de las diferencias sociales que tiene con ella si no que además no para de decirle que ella es un callo y que está haciendo el ridículo.
Al final la presión puede con Blane, que decide romper el compromiso que tenía con Andie de ir juntos al baile de graduación, y por lo tanto también su relación.
Andie decide ir sola al baile y lo hará con un vestido rosa que se ha hecho ella misma.
Entonces… bueno no os explicaré el final, aunque ya os digo que en el tienen importancia no solo Blane y Andie si no también Steff y sobre todo Duckie.
Cosas a destacar del film:
1) Al igual que muchas comedias juveniles de los 80, “La chica de rosa” tiene una muy buena BSO.
2) Jon Cryer, o sea el personaje de Duckie, roba la función al resto del casting. Atención a la escena en que se marca un play back de un tema de Otis Redding en la tienda de discos en la que trabaja Andie. Sencillamente memorable.
3) Iona, la jefa de Andie, una mujer de lo más pintoresco.
4) El portero de la discoteca interpretado por Andrew Dice Clay (sí, sí, el mítico Ford Fairlane). Su escena con Duckie, que no explicaré, es de lo más divertida.
5) La trama secundaria que atañe al padre de Andie, chirría un poquito en su resolución, más que nada porque sucede de forma muy precipitada y parece metido con calzador. Pero es un fallo perdonable.
“La chica de rosa” fue un autentico éxito de taquilla, cosa que encumbró a John Hugues, si no lo estaba ya, a Molly Ringwald, que encadenaba su tercer taquillazo consecutivo, y a Andrew McCarthy, que al año siguiente volvería a triunfar con otra comedia romántica, “Maniquí”.
UN PAR DE CURIOSIDADES PARA ACABAR:
1) “La chica de rosa” se rodó en el mismo instituto de Los Ángeles que “Grease”.
2) Una de las cosas que más caló en el público, sobre todo el femenino, fue Andrew McCarthy. Todo el mundo se quedó prendado de él. Los críticos destacaban que tenía una mirada hipnótica. Años después, McCarthy confesó que durante el rodaje de “La chica de rosa” tuvo un grave problema con el alcohol (de hecho empinaba el codo desde los 12 años). Cada noche se emborrachaba y al día siguiente se presentaba a rodar con una resaca tremenda. Por eso cuando le hablaban hacia esa mirada. Básicamente fruncía el ceño para suavizar los efectos de la resaca. O sea, que todo lo que le alababa la crítica era debido a su alcoholismo.
MI OPINIÓN:
John Hughes era un genio. Así de simple. El supo revolucionar el cine dirigido al público adolescente. No solo revisó historias clásicas si no que supo crear nuevas historias de las que, a día de hoy, aún vive el cine norteamericano.
Hughes hacia historias para el público juvenil pero huyendo de los tópicos y, lo que es más importante, no insultando a su inteligencia. Supo crear historias que reflejaban las ilusiones, pero también los miedos, que tenemos todos durante nuestra adolescencia. Es por eso que sus films han aguantado tan bien el paso del tiempo.
De Andrew McCarthy comentaros que fue un actor que me fascinaba durante mi adolescencia. Lo descubrí con “Class” y a partir de aquí me hice fan suyo. Consiguió que viera películas románticas como “La chica de rosa” o “Maniquí”, y eso en alguien que se pasaba el día viendo films de terror y de acción es un logro muy importante.
Revisionada hace unos pocos días, “La chica de rosa” sigue manteniendo el mismo encanto que en el momento de su estreno. Si la visteis en su momento, os recomendaría que lo volvierais a hacer. Si aún no la habéis visto, ya tardáis en hacerlo.
Próximamente os ayudaré a recordar otro pasaje de vuestra vida.