“La canción de los hijos”: cuando Fofito y Rody fueron denunciados por incitar a la violencia

El pasado cuatro de noviembre, el Doodle de Google estuvo dedicado al gran Miliki para conmemorar el 91º aniversario de su nacimiento. Estuve pensando celebrar esa efeméride con un artículo acerca de los gags de los payasos de la tele que más me marcaron de niño. Pase un buen rato mirando algunos videos, como aquel mítico sketch de “¡El mar, idiota! ¡El mar!” o aquel otro en el que Miliki, Fofito y Milikito escriben una carta a los Reyes Magos dictada por Gaby y se van comiendo toda la merienda cada vez que Gaby dice “Coma” o “Tía Beba”, pero al final desistí de mi idea.

La siguiente idea fue hacer un Top de sus canciones. Empecé a elaborar la lista y claro, me di cuenta de que eso era una tarea titánica. ¡Y es que todas las canciones son soberbias! “Un barquito de cascara de nuez”, “La marcha de las letras”, “Chinito de amor” y una larga ristra de grandes canciones. Y fue precisamente así, buscando canciones de los payasos de la tele, que volvió a mi mente un suceso que tenía olvidadísimo: cuando Fofito y Rody fueron denunciados por incitar a los niños a la violencia.

Pongámonos en situación: En 1994, Fofito y Rody presentaban los sábados por la mañana un espacio infantil en Antena 3 llamado “Tras 3 tris”. En el programa se utilizaba como fondo musical una canción que formaba parte del LP “¡Mamma mía!” que el popular dúo de payasos acababa de lanzar al mercado. Era un tema que con anterioridad habían interpretado en vivo en alguno de sus espectáculos sin que motivara ningún tipo de queja. Pero el poder de la televisión es abismal y cualquier cosa que allí suceda se puede magnificar.

El disco de la discordia.

La canción en cuestión se titulaba “La canción de los hijos” y en ella Fofito y Rody invitan a todos los niños a “un baile que está de moda” para “pasarlo bomba”. Hasta ahí, íbamos bien. El problema fue con el resto del contenido de la letra, que contenía perlas como estas:

“Se toma la manita de la parejita, se tuerce quince veces a la derecha, se meten los deditos en los ojitos. Adelante y atrás, un, dos, tres. Torcidita la manita, hundiditos los ojitos, vamos ahora a continuar.”

“Se quita el zapatito, clava el piececito con unos clavitos, plas, plas, plas. Con un alfilerito se pincha el ombliguito.”

“Con una tijerita bien afiladita, cortar la naricita casi al ras. Morder el labiecito con los dientecitos, dar un puñetazo en el maxilar.”

“Con una trampita para el ratoncito pisarle la orejita a la parejita.”

Estaremos de acuerdo en que muy apropiada para los niños esta canción no es, ¿verdad?

Al principio no pasó nada. Pero un buen día, una amable señora de Zaragoza pensó que el disco de Fofito y Rody sería un genial regalo de Navidad para su hijo. El niño quedó encantado con el presente. La madre al oír la fatídica canción ya no tanto. Asustada y preocupada por la enfermiza idea de que su retoño se convirtiera en un asesino en serie por culpa de la canción llamó a un espacio de participación ciudadana de Radio Popular de Zaragoza para alertar a todos los padres del maléfico contenido del disco.

Edición en cassette de «¡Mamma mía!» con distinta portada para aprovechar el tirón del programa «Tras 3 tris».

Esa alarma llegó a los oídos de la Asociación de Consumidores Torre Ramona, que por aquel entonces contaba con 3.000 afiliados en Aragón, que decidió presentar una denuncia ante el juzgado de guardia alegando que la canción podía inducir a la agresividad infantil, incluso al suicidio, por su fuerte carga de violencia. Pero la cosa no quedó ahí. Como la canción se estaba comercializando en todo el país, el Justicia de Aragón anunció que informaría al Defensor del Pueblo para que tomara cartas en el asunto. La cosa se ponía muy seria.

Viendo el percal en el que se habían metido, Fofito y Rody decidieron tomar cartas en el asunto y en connivencia con su casa discográfica decidieron retirar el álbum del mercado. Por cierto, un disco que por aquel momento había vendido más de 6.000 copias. Preguntado por el tema, un sorprendido Rody intentaba despejar toda duda al respecto diciendo “¡Cómo vamos a animar a un niño a que se clave los pies o se tire por la ventana! Era tan superloca que nunca pensamos que se la iban a tomar en serio”. Y te creemos, Rody. Te creemos.

La prensa se hizo eco del escándalo.

El problema vino motivado porque Fofito y Rody decidieron versionar “El baile de Losijue”, una canción del grupo venezolano El Medio Evo, especializado en letras cómicas dirigidas al público adulto. Repito: adulto. El gran error de la popular pareja de payasos fue pensar que esa canción también era apta para los niños.

La retirada del disco del mercado paralizó el proceso emprendido contra los payasos y poco a poco las aguas se fueron calmando y todo volvió a la normalidad. El ejemplo más claro es que a pesar del escándalo “Tras 3 tris” se mantuvo en antena un año más.

Ya sé qué estaréis pensando: si la canción aún se puede escuchar en algún lado. La respuesta es sí. Alguien que compró el disco en su momento y que aún lo conserva subió la canción en YouTube. Pero si lo que queréis es tener una copia del disco solo deciros que tampoco os será muy difícil dar con una copia. En una popular página de venta de objetos de segunda mano aún es posible encontrarlo y encima tiradísimo de precio.