¿Eran Epi y Blas realmente homosexuales?

Sin duda alguna la gran noticia de esta semana en el mundo del espectáculo ha sido el anuncio de la supuesta relación sentimental entre Epi y Blas. Si nos paramos a pensarlo ni que sea un segundo nos daremos cuenta de la absurdidad que es preocuparse de la orientación sexual de un par de marionetas, pero por otra parte también es cierto que estamos hablando de dos personajes que marcaron nuestra infancia así que este hecho bien merecía nuestra atención y más cuando los periódicos, radios y televisiones de todo el mundo se hacían eco de las declaraciones de Mark Saltzman, guionista de “Barrio Sésamo”, en las que decía que Epi y Blas eran pareja. Pero, ¿es eso realmente cierto?

Mi tweet compartiendo algunos titulares de periódicos en los que hablan de Epi y Blas.

Vayamos por partes. Para empezar hay que decir que Saltzman, que es gay, se basaba para escribir los guiones de Epi y Blas en la convivencia que mantenía con su pareja. Es solo por eso que da por hecho que Epi y Blas mantenían una relación ya que según él no tenía otra manera de contextualizarlos. Parece mentira que un guionista como él diga una absurdidad como esta. Todos los que han escrito alguna vez un guión, y modestamente me incluyo, te dirán que alguna vez se han basado en alguien que conocen para crear los rasgos de un personaje, pero no por eso ese personaje es igual, piensa igual o siente igual que la persona de la que has tomado ciertos rasgos o características. Así pues el hecho que Saltzman se base en su convivencia con su pareja, de la que  según cuenta tiene un carácter muy diferente, para escribir guiones para Epi y Blas debe reducirse a que son dos personas diametralmente opuestas que conviven juntas y que demuestran que a pesar de las muchas diferencias dicha convivencia es posible. Y ya. No busquemos segundas lecturas. Porque de la misma forma que Saltzman escribía estos guiones basándose en ese hecho lo podría haber hecho cualquier otro guionista heterosexual que hubiese convivido alguna vez con alguien muy distinto a él, ya sea un compañero de piso, un amigo, un hermano, etc. Y en ese caso no habría segundas lecturas, ¿verdad? ¿O sí?

Ahora vendrá alguien y dirá que solo a los gais les gusta jugar con patos de goma.

Pensemos en un momento en esto, y para hacerlo dejadme que os cuente una cosa. Cuando la noticia salió a la luz muchos de los comentarios que decía la gente en las redes sociales eran cosas del estilo de “Se veía venir” o “No descubren nada nuevo”. Muchos lo hacían para hacer la gracia de turno, que de graciosa no tiene nada, pero muchos otros lo decían en serio. Y es aquí donde surge mi duda. En los tiempos que parece que todos tenemos la menta abierta y aceptamos sin problemas la orientación sexual de la personas, ¿no es un prejuicio decir de alguien que es homosexual solo porque convive con alguien del mismo sexo? Porque eso es en lo que sustentan los que afirman que Epi y Blas eran pareja, porque vivían juntos. Qué más da que durmieran en camas separadas, ese detalle por lo que se ve no lo tienen en cuenta,  son gais y punto. Vuelvo a decir lo mismo que he dicho para contradecir la opinión de Saltzman, ¿nadie ha compartido piso con alguien del mismo sexo sin mantener haber mantenido relaciones sentimentales/sexuales con esa persona? Yo no he compartido piso nunca con otro chico, pero sí que me he ido de viaje con amigos y he compartido habitación con ellos y no por ello soy gay. O al menos no hasta la fecha, mañana quién sabe. ¿De verdad soy el único al que catalogar a dos personas del mismo sexo como homosexuales solo porque viven juntas les parece un prejuicio?

Epi y Blas dormían en camas separadas.

Dejadme poneros otro ejemplo: la serie “Friends”. En ella tanto Joey y Chandler como Rachel y Monica viven juntos y nadie duda de su heterosexualidad. Vale, me diréis que durante la serie se les ve salir con personas del sexo opuesto, pero, ¿sabemos qué hacen en la intimidad de sus hogares? Ni siquiera os asalta la duda de si son bisexuales o no. Chandler perfectamente lo podría ser, por eso hace chistes sobre gais, para disimular su verdadera orientación que no acepta. ¿Qué os parece esta lectura? O un ejemplo mejor de “Friends”. En un mítico episodio Joey y Ross descubren lo bien que duermen la siesta juntos y abrazados. Al principio eso les incomoda, pero luego dan rienda suelta a su deseo de dormir la siesta así. ¿Hay que leer algo entre líneas? ¿Nos están diciendo que Joey y Ross descubren que se sienten atraídos por hombres? A mí es que debatir esto me parece absurdo. Al igual que lo de Epi y Blas, que me parece más el deseo de una persona de lo que es realmente. Y precisamente por ese deseo fue como empezó todo.

¿Era esto una metáfora sobre una relación sexual entre Joey y Ross?

Veréis, en el año 2011 un tal Lair Scott, un joven de Illinois con mucho tiempo libre, inició una petición en Charge.org en la que solicitaba que Epi y Blas se casaran ya que “Es importante que nuestros hijos sean educados sabiendo que ser gay está bien” (sic). Increíblemente alguien le respaldo. Y luego otros. Y otros más. La bola fue creciendo de tal forma que logró conseguir más de 7.000 firmas. Hay que de decir que muchos firmaron la petición porque pensaban igual que Scott, pero otros muchos lo hicieron por cachondeo puro. La cosa cogió tal magnitud que los creadores de “Barrio Sésamo” tuvieron que salir a la palestra para declarar que “Epi y Blas son grandes amigos. Fueron creados para enseñar a niños en edad preescolar que las personas pueden ser buenos amigos pese a ser muy diferentes entre ellos. A pesar de que son identificados como personajes masculinos y poseen muchos rasgos y características humanas, como la mayoría de los personajes de “Barrio Sésamo”, siguen siendo marionetas y no tienen una orientación sexual”. Estas son, más o menos, las mismas afirmaciones que ha hecho Sesame Workshop, la organización sin ánimo de lucro que está detrás de “Barrio Sésamo”, tras la entrevista de Mark Saltzman. Creo que esto ya lo deja todo claro.

De cintura para abajo no había nada.

En 2013 la sexualidad de Epi y Blas volvió a ser motivo de comentario debido a una portada de The New Yorker, que a mí personalmente me parece sublime, que se uso para celebrar la sentencia a favor del matrimonio homosexual en Estados Unidos. Como digo, a mí me pareció genial que se usara a estos dos iconos fácilmente reconocibles para todo el mundo para resumir en una sola imagen el sentimiento de muchísimas personas. Por desgracia no todo el mundo pensaba igual. En su momento Retro Memories compartió esta portada en las redes sociales y no todo el mundo se lo tomó bien. Algunos lanzaban acusaciones que decían que eso se estaba cargando su infancia. Otros comentarios no se conformaban con lanzar acusaciones tan tontas y cruzaban la línea que separa la tolerancia de la homofobia. Cinco años después la historia se repite pues el martes en mi cuenta de Twitter reproduje algunas de las páginas de periódicos nacionales en las que hablaban de la salida del armario de Epi y Blas. A los comentarios ya citados que decían lo de “Se veía venir” se sumó el de una joven que decía que era un fastidio que los gais (con vuestro permiso me voy a saltar el cómo los definió) le den la vuelta a todo y que se acepte serlo como algo bueno. O eso me pareció entender porque la chica redacta bastante mal y cuesta horrores descifrar su mensaje. Lamentable y más viniendo de alguien que apenas supera la veintena. Me parece increíble que en pleno siglo XXI aún haya personas que se rasguen las vestiduras por la orientación sexual de los demás cuando esa es una cuestión personal que solo atañe al interesado. Una vez dicho esto también os diré que no entiendo la manía de ciertos lobbies gais por sacar a la gente del armario y menos cuando se trata, como en el caso que nos ocupa, de personajes de ficción.

Esta portada me parece maravillosa.

A pesar de que, como decía, el debate debió zanjarse en 2011 tras el caso de la petición de boda de Epi y Blas a través de Change.org, este se ha vuelto abrir esta semana. A mí personalmente me ha parecido un intento de Mark Saltzman por darse notoriedad y llamar la atención, solo eso. Tengamos en cuenta que las declaraciones de Saltzman fueron dadas a “Queerty”, un magazine online dirigido a la audiencia gay, por lo que el aplauso fácil y tras ellos el eco mediático estaban garantizados. Él puede decir lo que quiera. Los creadores de Epi y Blas han sido claros sobre el tema. Y nadie sabe más sobre unos personajes que los que los crearon. ¿O alguien duda que sea así?