Hace unos días me compré un lote de películas en VHS, porque lo creáis o no aún consumo cine en VHS y Beta, y pensé que hacía ya mucho tiempo que no publicaba alguna entrega de mis dos sagas dedicadas a los años del videoclub, “Secuelas bastardas” y “Engañados por la carátula”. El mundo del videoclub es un tema que me fascina, los que tenéis la mala suerte de seguirme en Twitter bien lo sabéis, y como dichas sagas tienen mucho éxito, cosa que os agradezco, y tengo material acumulado de sobras para realizar más artículos sobre el tema, era estúpido no ponerme ya mismo a escribir sobre esto. Dicho y hecho. Hoy os vuelvo a hablar de carátulas ideadas por los distribuidores de video para timar al personal. El nivel de desfachatez que veréis hoy es tal, que vais a flipar muchísimo. Sobre todo con el último ejemplo, que a mí personalmente me tiene muy loco. ¿Estáis preparados? ¡Pues vamos allá!
1) El plagio que vino de Chicago.
He aquí la historia de un pobre tipo al que le cayó el marrón de distribuir en España una ignota película filipina titulada “The one armed executioner”. El tío sabía que la película apestaba y que no lograría que la alquilase ni el embajador de Filipinas para amenizar una de esas lujosas recepciones que organizaba, repletas de Ferrero Rocher que Isabel Preysler se zampaba de quince en quince.
Aún así, el tío lo intentó con ganas. Le puso un título más o menos molón a la película, “A brazo partido”, pero desgraciadamente fracasó estrepitosamente con el diseño de la portada del VHS. Y es que si buscas “Horrenda” en wikipedia, te sale una foto de esta deleznable carátula al lado de la definición.
Pero nuestro amigo no se rendía fácilmente. Se puso a pergeñar una nueva argucia para dar salida comercial a la película, pero no se le ocurría nada. Este bloqueo mental le frustró. Y luego la frustración dio pasa a la furia. Y fue precisamente en la furia donde halló la solución. Iba a tomar prestado al actor que aparecía en la carátula de “La furia de Chicago”. Ese actor no es otro que Jackie Chan
El menda decidió poner la misma foto de Jackie en la nueva carátula de “A brazo partido”, pero para que no lo acusaran de plagio decidió hacer un pequeño aporte. Así fue como por arte de magia, por decir algo, apareció una pistola en la mano de Jackie, al que también le cambió el semblante de su cara.
Evidentemente esta artimaña cutre no funcionó y la película se llenó de polvo en las estanterías de los pocos videoclubs que decidieron ponerla en alquiler.
Por cierto, alguien más utilizó el mismo truco. Lo bueno es que ese alguien lo hizo para promocionar otra película de Jackie Chan. Hay que ser tonto, la verdad. Y tonto queda claro que lo era ya que escribió mal en la carátula el nombre del conocido actor.
2) Ladrón que roba a ladrón, cien años de perdón.
Vamos ahora con una de esas historias que no para de dar giros para sorprender al espectador.
“Terror en el puente de Londres” fue un telefilm que se distribuyó aquí en video aprovechando que su protagonista era el popular David Hasselhoff. En esta película, el bueno de David se las tiene que ver con un resucitado Jack “El Destripador”. Mola, ¿verdad? Ya os digo que no. Pero la calidad de la película no es lo que nos importa. Lo bueno empieza cuando el distribuidor empezó a temer que David Hasselhoff no fuera suficiente reclamo para el público, así que decidió diseñar una carátula atractiva.
Hasta aquí no vamos mal. Pero fijémonos en la silueta que de un hombre que aparece en la carátula. ¿No os resulta conocida? A mucha gente sí. Y es que este misterioso personaje aparecía en el poster de otra película: “Mil gritos tiene la noche”
El plagio es evidente, y no solo por la silueta sino también por ese color rojo que predomina en ambos carteles. Se podría decir que “Mil gritos tiene la noche” es la víctima en esta historia, ¿no? Nada más lejos de la realidad.
Y es que ni el diseño de su cartel es una idea original suya ni la misteriosa silueta es una creación propia. El poster es un plagio del cartel original de la película “Revelaciones de un maníaco sexual”.
Por su parte la misteriosa silueta no es nada más ni nada menos que un dibujo del personaje de La Sombre realizado por Mike Kaluta.
Estamos pues ante un clarísimo caso de un ladrón que roba a otro ladrón. Y eso todo el mundo sabe que conlleva cien años de perdón.
3) Tom Hanks y sus locuras
Hay algunos que a la hora de plagiar no se cortan ni un pelo. Supongo que piensan que puestos a robar, mejor hacerlo claramente. Como si hubiese ocurrido por casualidad más que por una causalidad. Si no es así no me explico cómo pudo llegar a suceder el siguiente caso.
Todo el mundo conoce “No matarás… al vecino”. No solo fue un exitazo de taquilla sino que además es famosa por haber sido dirigida por Joe Dante y, sobre todo, ser protagonizada por Tom Hanks. Su mítico póster es de sobras conocido por todos.
Increíblemente, alguien decidió sacar provecho de la fama de esta película mediante el plagio. Pero hay que estar muy loco o ser muy insensato para plagiar algo tan conocido, ¿no es cierto? No, lo que hay que ser es muy caradura. Es lo que decía al principio, ya que lo vas a hacer, hazlo sin escrúpulos y sin manías. Y eso es lo que hizo el distribuidor de “Loco experimento”. Ojito con la carátula.
¡Menudo morro! Lo bueno es que el robo es tan claro que nadie se atrevió a denunciarlo.
Y cuando pensaba que robar la imagen de Tom Hanks era el súmmum de tener jeta y que ya no se podía llegar más alto, viene mi gran amigo Rikar Herbosa y me descubre que el edificio que hay detrás del falso Tom Hanks es, ni más ni menos, que el edificio que aparecía en el póster de “Poltergeist III”.
Esto si que ya es de traca, ¿verdad?
Y con este flagrante caso de plagio doy por finalizada esta entrega de hoy. Llega el momento que vosotros deis vuestra opinión. ¿Qué caso os ha sorprendido más? ¿Conocéis otros ejemplos? ¿Alguien alquiló “A brazo partido” o “Loco experimento”? Contad, contad…