El autobús atómico (The Big Bus, 1976)

¿Qué fue «El autobús atómico»?

Esta película, dirigida por James Frawley y coescrita por Fred Freeman y Lawrence J. Cohen, se ideó como una parodia del cine de catástrofes que tan en boga estuvo en la década de los 70. Precursora en muchos sentidos de otras producciones de mucho más éxito basadas en el humor absurdo, la historia no ha tratado demasiado bien a la película, desprestigiándola y tratándola como una cinta menor. No estoy demasiado de acuerdo con esto. En muchos reviews de «El autobús atómico» se la compara con «Aterriza como puedas» y creo que no es una comparación justa. Vale sí, los gags de la segunda están a años luz de la primera, pero tengamos en cuenta que ésta se rodó 4 años antes y que «Aterriza…» se inspira claramente en «El autobús…». ¿En qué? Pues en los personajes que la protagonizan y en la trama en sí misma. La crítica la defenestró y la recaudación en taquilla fue un puro desastre. Creo que no se ha valorado demasiado la cinta. Es, para mí, la semilla precursora de toda la producción de la factoría de los hermanos Davd y Jerry Zucker y Jim Abrahams, y estoy convencidísimo de que estos conocían perfectamente la película de la que os hablaré hoy cuando idearon «Aterriza…»

¿De qué iba?

El profesor Baxter y su hija Kitty (Stockard Channing), ingenieros de la empresa de transporte de pasajeros Coyote, han diseñado el primer autobús atómico, un monstruo de 73 toneladas y más de treinta ruedas, cuyo objetivo es el de realizar el trayecto entre Nueva York y Denver sin hacer paradas intermedias.

¿Rizzo ingeniera?

Se acerca el día del viaje inaugural cuando de repente una bomba estalla en los laboratorios de Baxter hiriéndolo de gravedad (se le incrusta una cruz de metal en el pecho) y dejando lesionados tanto al piloto como al copiloto del Cíclope (nombre con el que se conoce comercialmente al autobús).

Los perpetradores del atentado son un grupo relacionado con el lobby del petróleo estadounidense y formado por el misterioso Ironman (Jose Ferrer) y su hermano Alex. Ironman se encuentra postrado en su cama y estoy seguro que muchos escuchamos por primera vez el concepto «pulmón de acero» al ver esta película:

¿Quizás Thom Yorke se inspiró en este fotograma para componer «My Iron Lung»?

Al profesor Baxter lo atiende en plena calle un joven médico interpretado por Larry Hagman (su personaje no tiene un nombre concreto más allá que el de «Doctor»). Le dice a su hija que si quieren llegar al día del viaje inaugural, al haberse quedado sin piloto, solo pueden hacer una cosa: ir a buscar a Dan Torrance (Joseph Bologna): el mejor conductor de autobuses del mundo, caído en desgracia años atrás por lo acaecido en el Cañón del Diablo.

J.R. desempeñando funciones médicas.

Torrance fue el único superviviente de un terrible accidente de autobús y se le acusó de sobrevivir alimentándose de los 110 cadáveres de los pasajeros. Él siempre argumentó que no fue así y que sobrevivió comiéndose las moquetas y las fundas de los asientos y, que solo al final, por pura inanición, se tuvo que comer un pie. Desde entonces sus compañeros de profesión lo desprecian. El siempre se defendió de las acusaciónes declarando: «Te comes un piececito de nada y te tachan de caníbal».

El atormentado protagonista

Finalmente Kitty, que sigue enamorada de Torrance, consigue convencerlo y este toma unas clases a contrarreloj para aprender a conducir a Cíclope.

Por fin llega el día de estreno del autobús y esta es la escena de presentación de la bestia parda. Os pediré una cosa viejun@s, fijaos en lo justito que sale del hangar el Cíclope:

¿Qué? ¿No veis nada raro? ¿No? Pues mirad más detenidamente este fotograma:

¿Cómo diablos ha salido la parte trasera? Ahí dejo la pregunta.

Sigamos. Evidentemente los pasajeros del autobús no son para nada gente equilibrada. Podemos encontrar desde la típica ninfómana en busca de venganza por la muerte de su padre, hasta los típicos marido y mujer  que se van a divorciar en pocas horas pero que no pueden reprimir el deseo de hacer el amor cada vez que empiezan a discutir.

El gran Ricard Mulligan de «Enredo» en un ataque de pasión

Ironman y se hermano han colocado una bomba en el autobús y esto provocará que el viaje sea de lo más «movidito». De aquí al final la acción se centra en mantener en la carretera a el Cíclope y en que la tripulación lleve a cabo el objetivo de llegar a Denver sin parar. No os desvelaré demasiadas cosas más sobre la trama pero sí que os digo que en la historia del autobús atómico no faltarán:

Instrucciones de seguridad
Músicos «graciosillos» que recuerdan mucho al personaje «graciosillo» que interpretó Stephen Stucker en «Aterriza…»
Cenas en la mesa del capitán
Cochinillos «del centenario»
Momentos tensos
Y publicidad por posicionamiento…

Lo que sí que os comentaré, y no quiero que esto tire para atrás a nadie que quiera revisar la película ya que vale la pena verla, es que lo más flojo y lo más decepcionante es el final. Para nada conclusivo y demasiado precipitado. ¿Quizá falta de presupuesto y un calendario de rodaje demasiado ajustado? No lo sé.

Para terminar esta sección quiero hacer mención de dos personajes bastante importantes en la trama. Uno es «Cunetas» O’Brien (John Beck), copiloto del autobús que se caracteriza por dos «discapacidades»: un problema en su oído interno hace que tenga una tendencia natural a acercarse demasiado a los arcenes cuando conduce y también está afectado por un raro caso de narcolepsia que hace que muchas veces se quede dormido cuando el vehículo que conduce está marcha, en parado no le pasa… prácticamente nunca.

 El otro es Scotty, el «ñapas» del taller que está interpretado por el gran, gran, gran Ned Beatty. En este fotograma lo podemos ver junto a Howard Hesseman que interpreta un personaje secundario sin ninguna trascendencia:

El Dr. Johnny Fever antes de fichar por la WKRP y Otis antes de ser reclutado por Lex Luthor (pero con la misma ropa).

 Mis recuerdos

Seguramente vi esta película en algún reestreno ya que la recuerdo en pantalla grande y también la vi emitida por TV. Hasta ahora la guardaba en un oscuro cajón de mi memoria catalogada como una película para niños. Estaba equivocado. Revisándola me he dado cuenta de que no esta concebida como una cinta infantil.  Pero lo que si es verdad es que de pequeño me impresionó por lo espectacular del autobús. ¿Dónde se podía uno montar en uno así? En mi ciudad los autobuses eran incomodos, vetustos y malolientes. Estas son algunas de las maravillas que me cautivaron:

Sistema de cambio de neumáticos automático
Sistema de limpieza incorporado.
Fiestas en la piscina
Incluso contaba con bolera

Algo totalmente inimaginable en aquella época… aunque si lo pienso un poco… hoy en día también. De nuevo nos encontramos ante una película que nos hizo crear falsas esperanzas sobre un futuro que nunca ha llegado a ser como nos lo vendieron. De verdad, yo estaba convencido que llegaría el día en el que viajar en un autobús atómico sería lo más normal del mundo. Y jugaríamos a bolos y nadaríamos en él. Nada de nada.

¿Recordáis esta película viejun@s? Contad, contad.

Tomad la medicación…