Do, Re, Mi – Sonrisas y lágrimas.

Hola viejunos, hoy os quiero hablar de una de las canciones que más he odiado en mi vida. Y no la odio porqué no me guste la melodia, ni porque no me guste la película… no no… nada de eso. Lo que me hace sangrar los oídos y llorar lágrimas de rabia es la traducción de la canción que algún anónimo criminal realizó.

Julie Andrews apenas contaba con treinta años cuando hizo la película y cantó la canción original. De hecho la chica estaba bastante penetrable en aquella época, pero la bajera que daba la voz de usuaria de indasec que le encasquetaron podía hacer bajar la erección al más «nachovidal» (como concepto) de los machos.

No os dejeís engañar por el vestido… estaba buenorra.

La cantante que realizó la versión castellana era Teresa María, una especialista en doblajes de musicales que, a pesar de ser prácticamente coetánea de Andrews a mi siempre me ha dado la sensación, cuando la escucho cantar, que la lo hace es mi abuela.

Pués no estaba tampoco mal del todo la colega.

El traductor empezó su crimen ya con el título de la película. ¿»Sonrisas y lágrimas«? ¿Me estás hablando en serio? Para los que no lo sepáis el título original es «The sound of music», vamos que no coincide ni una sola palabra. A parte, «Sonrisas y lágrimas»,  ¿que cojones tiene que ver con la película? Es un título aplicable al 99,9999% de las películas. Hagamos un ejercicio de imaginación, cojamos algunas películas y pensemos si se podrían traducir también como «Sonrisas y lágrimas»:

  • La guerra de las galaxias
  • El padrino
  • E.T.
  • Mary Poppins
  • West Side Story
  • Algo pasa con Mary
  • … (rellenad con la película que queráis)

Pensadlo bien… en todas hay «sonrisas» y en todas hay «lagrimas». Yo creo que en realidad el título tienes más que ver con las substancias que el traductor seguramente ingería de manera más regular de lo que es sanamente recomendable, y que le provocaban un estado de confusión y aletargamiento que le hacían estar todo el día llorando y riendo. Recordad niños, las drojas son malas… malísimas… enviádselas todas al traductor de marras.

Si consumes cosas raras puedes llegar a ver las notas así.

Pues bien, un día que el dealer del criminal de las palabras le pasó algo en muy mal estado, a nuestro protagonista le llegó el encargo de traducir la letra de esta simpática canción. Analicemos frase por frase el crimen:

«Don es trato de varón»: Mal empezamos compañero. Don será trato de varón pero para tu información «Don» no es ninguna nota musical y, por muy aletargado que te haya dejado el alpiste que te fumas, entérate que la canción habla de las putas notas musicales

«Res selvático animal»: Continuamos peor, la nota musical es «Re» pero bueno, la cosa es aún peor. Res, según el diccionario de la RAE es: «Animal cuadrúpedo de ciertas especies domésticas, como del ganado vacuno, lanar, etc…» Yo aún no he visto en la selva (segun la RAE : «Terreno extenso, inculto y muy poblado de árboles.») ninguna vaca o oveja campando a sus anchas, pastando tranquilamente o defecando entre los árboles. Ay amigo… eso que te esnifas te hacer ver cosas raras… ¿no serían además reses rosas las que viste por la selva?

«Mi denota posesión»: Si colega, tienes razón, y te daré un ejemplo: «MI paciencia ya está empezando a acabarse».

«Fa es lejos en inglés»: En esta frase creo que se encuentra el quid de la cuestión. El traductor, a parte de drogadicto confeso y practicante, no tenía ni puta idea de inglés. En la lengua de Shakespeare, pequeño saltamontes desorientado, «lejos» se escribe «far» y la r final no es muda. Creo que aquí se delata a si mismo y nos da la razón final del estropicio. Permitidme aquí proponer una buena alternativa: «Fa desodorante es» encaja perfectamente a nivel rítmico y melódico, probadlo.

«Sol ardiente esfera es»: Si hombre si, ahora vamos a arreglarlo, ¿no? Vale que estés en este momento de bajera del gelocatil caducado que te has tomado después de la merienda pero creo que ahora ya es demasiado tarde para tener momentos de lucidez.

«La al nombre es anterior»: Ok, experto lingüista, ¿al nombre propio? «La Toñi, la Belén y la Desi». Las potencialidades pedagógicas de esta canción en los ambientes poligoneros de todo el estado creo que no se han explotado al máximo en los últimos años, desde aquí abogo por introducir esta prosa única y educativa en todos los currículos educativos. Para que la frase fuese correcta tendría que rezar algo parecido a esto: «La al sustantivo común concreto o abstracto femenino es anterior», pero claro, así no entraría ni con calzador.

«Si asentimiento es»: Vaya, veo que estás en la fase del pedo en que todos somos amigos, todos nos queremos y me vas a dar la razón en todo lo que te plantee. Así no vamos bien ¿te bajo a buscar un café con sal? A parte entérate que para asentir «Sí» tiene que acentuarse.

«Y de nuevo viene el DO-DO-DO-DO»: Pero a ver, ¿no decías que la primera era «DON TRATO DE VARÓN«? Que me estás liando. Aquí solo se me ocurren dos opciones, o que nuestro amigo, el traductordelaspelotas, estaba ya al borde de la sobredosis y deliraba, o que fuese totalmente al revés… su proveedor de sustancias alegres se llamaba «DO-DO el haitiano» y se alegraba al verlo venir de nuevo para despachar mercancía fresca.

Es por todo esto, y por algunas cosas más que no os voy a explicar,  que desde mi púlpito de viejuno exijo que el señor traductor, o en su defecto sus herederos legales, realice/realicen un comunicado de manera inmediata y pida/pidan perdón a generaciones y generaciones de niños, jóvenes y adultos a los que el se nos ha maltratado el cerebro de una manera inhumana y aberrante.

Señoría, con la venia le presento la prueba definitiva, pero advierto a la sala de que no me hago responsable de las consecuencias que pueda provocar la audición del siguiente documento sonoro:

*es la única versión que se puede encontrar online.

Tomad la medicación viejunos…

EDICIÓN FINAL: investigando un poco por la red he visto que el traductor de la película y las canciones fue Bartolomé Pallarés. (podéis ver la ficha de la película en este enlace). Este post está realizado con una clara intención de intentar provocar alguna que otra sonrisa y/o lágrima a los posibles lectores. En ningún caso pretende ser un ataque personal hacia ninguna persona concreta, su memoria o sus familiares.