Tras presentar en la primera entrega el Top 5 de los que a mí parecer fueron los mejores títulos del Festival de Sitges de este año, empiezo hoy un rápido resumen de algunas de las mejores películas que pude disfrutar durante la edición del certamen. Algunas de ellas se quedaron cerquísima de formar parte de nuestro Top.
Pero antes que nada quiero daros las gracias. Según me han anunciado, este año he entrado en el Top 10 de tuiteros con más likes durante el festival. Me alegra ver que seguís por Twitter mis impresiones y lo mejor de todo, que creéis que mi información merece la pena. De verdad, gracias por estar ahí. Y tras esta dosis de peloteo, que sin duda merecéis, empecemos el repaso de películas destacables de Sitges 2020.
“Este cuerpo me sienta de muerte”
Christopher Landon y la Blumhouse han vuelto a dar en el clavo. Si en “Feliz día de tu muerte” le daban una vuelta al slasher y le proporcionaban un toque cómico al introducirlo en una trama a lo “Atrapado en el tiempo” en “Este cuerpo me sienta de muerte” vuelven a hacer lo mismo y mezclan al subgénero en una historia con ribetes de comedias famosas como “Este cuerpo no es el mío”, “De tal astilla, tal palo” o “Viceversa”. O sea, dos personajes muy diferentes entre sí que cambian sus cuerpos. Aquí es un asesino en serie el que cambia su cuerpo con una de sus víctimas.
Decir que la combinación funciona a las mil maravillas. Como slasher “Este cuerpo me sienta de muerte” es una autentica bestialidad. No escatima nada en el gore, que es de lo más salvaje. Atención a su escena de apertura, que es una genialidad. Y como comedia es muy divertida y a ratos hilarante. Aquí el mérito se reparte entre su gran guion y un Vince Vaughn en estado de gracia que borda su papel de adolescente metida en el cuerpo de un asesino.
La película no es tan redonda como “Feliz día de tu muerte”, pero es que el listón estaba bastante alto. Aun así, supera el envite de forma notable y vuelve a demostrar que el slasher aún puede dar mucho de sí.
“Jumbo”
Quién me iba a decir que la película más romántica que vería este año seria una acerca de la historia de amor entre una chica y una atracción de feria. Porque sí, esto es lo que cuenta “Jumbo”. Pero no os dejéis engañar por su loca premisa porque no estamos ante una comedia absurda, sino que es un drama serio sobre el amor incomprendido.
Y aquí es precisamente donde radica el gran mérito de la película de Zoe Wittock, que siendo una historia que podría caer fácilmente en el ridículo o en la peor de las comedias, acaba narrando una historia sobre lo intolerantes que somos ante una relación sentimental por el simple hecho de que las dos personas son muy diferentes entre sí que cala en el espectador. Vale que aquí esto está llevado al extremo, un miembro de la pareja es una maquina de un parque de atracciones, recordémoslo, pero Wittock logra que entendamos a la perfección de lo que trata realmente la historia. A esto ayuda mucho la gran composición que realiza Noémie Merlant como la chica que se enamora de la atracción.
Repito que todo está tratado con una seriedad absoluta y que uno no puede más que caer rendido ante “Jumbo”. Un ejemplo: la escena de sexo entre Jumbo y la maquina esta rodada con una delicadeza soberbia que le da un plus de emotividad al momento. Ya les gustaría a muchas películas románticas más al uso saber plasmar en pantalla la pasión que sienten una pareja al hacer el amor como lo hace “Jumbo”.
“Boys from county hell”
“Boys from county hell” es una agradable sorpresa que por desgracia se queda a medio gas. Se le ha de agradecer que aporte algo nuevo al trillado tema de los vampiros. Descubrimos una nueva forma, y mucho más molona, de chupar la sangre por parte de estas criaturas. Además, se la añade una nueva mística relacionándola con Irlanda, lugar de producción de la película. La ambientación irlandesa es uno de sus mayores puntos a favor. Al igual que en “Grabbers”, aquí nuestros héroes están mas interesados en beber pintas de cerveza que en hacer frente a la amenaza vampírica, lo que aporta un agradable toque cómico.
Decía que “Boys from county hell” se queda a medio gas porque por momentos parece que le de miedo ir a por todas en cuanto a gore, terror o comedia. Los chistes funcionan bien, pero no son hilarantes. Hay algún susto, pero no hay nada verdaderamente terrorífico. Y hay sangre y casquería, pero nada medianamente reseñable salvo cierta escena con una pierna. El conjunto funciona muy bien, de hecho, pasamos un gran rato viéndola, pero te quedas con la sensación que podría haber ofrecido mucho más. Pero no lo tomemos como algo negativo, por favor. La película tiene ritmo y es muy entretenida. Muchos títulos matarían por lograr lo que logra “Boys from county hell”.
Para completar los datos positivos, decir que el nivel de los actores es más que competente, resultando todos creíbles incluso en los momentos más cómicos. El balance, cómo veis, es completamente positivo.
Pues con “Boys from county hell” cerramos la segunda parte de la crónica de Sitges 2020. En breve seguiremos con el repaso de las películas mas destacadas de esta edición.