Crónica del Festival de Sitges 2019 (III)

Tercera parte de nuestra crónica del Festival de Sitges 2019. Tras repasar los títulos con toque retro y descubrir nuestro Top 5 de la edición de este año, toca hacer un rápido repaso a las películas que creemos merecen ser destacadas, la mayoría de ellas para bien. ¿Estáis listos? Pues vamos allá.

“Little monsters”

Una de las películas que más aplausos y más alabanzas recibió este año fue sin duda alguna “Little monsters” y si bien nosotros no somos tan entusiastas con ella como la mayoría del público, sí que creemos que es buen entretenimiento que podría haber sido mucho más. Y es que al finalizar nos dejó un sabor agridulce.

Los primeros treinta minutos son lo mejor de la película. De hecho, son divertidísimos y sus gags tienen un nivel altísimo. En ellos vemos a Dave, un fracaso de persona, que está intentando superar una ruptura sentimental. Sus intentos por recuperar a su novia y las escenas en las que está con su hermana, que lo ha acogido en su casa, y su sobrino de corta edad son tronchantes. Al acompañar un día a la escuela a su sobrino conocerá a su profesora, por la que se sentirá atraído. Un día se ofrecerá voluntario para acompañar a los chicos de la escuela en una excursión durante la que estallará el apocalipsis zombi. Y al aparecer el primer muerto viviente es cuando para nuestra sorpresa la cosa decae. Sin llegar a aburrir, pero baja mucho la nota.

Una pena absoluta. Podíamos haber tenido una comedia inolvidable y de culto y nos quedamos en una cosa parecida a “Poli de guardería” con zombis. Lo que, ojo, tampoco está mal.

“4×4”

Brutalísima película sobre un chico que se mete en un coche para robar y luego no puede salir de él. Se queda atrapado sin agua, sin comida, bajo un calor sofocante y sin poder pedir ayuda al exterior. Lo que no sabe él es que esto no ha sido fruto de la casualidad sino que estaba premeditado.

“4×4” va directa al grano y va a piñón durante toda la película. No paran de suceder cosas, y eso en el reducido espacio en el que se mueve el protagonista es un gran mérito, y logra crear una gran tensión.

El final está a la altura porque si bien por un momento parece que nos va a ofrecer una moralina barata lo que termina haciendo es precisamente reírse de las moralinas baratas. Por no decir que el desenlace es tan original como todo lo anteriormente narrado.

¡Ah! Quitaos de la cabeza a “La cabina”. No tiene nada que ver la una con la otra.

“After midnight”

Desde que fue abandonado por su novia, Hank recibe cada noche la visita de un monstruo que intenta entrar a toda costa en su casa. Hank cuenta esto a las autoridades y a sus amigos, pero todo el mundo cree que lo que le pasa es que no ha superado la ruptura.

El punto de partida no se puede negar que es original y durante gran parte del metraje logra la intriga por saber si realmente existe el monstruo o no capte toda nuestra atención. Lamentablemente todo el esfuerzo se va al garete pasada la mitad de la película cuando cierta escena, de la que no os puedo decir nada, de más de diez minutos y en plano fijo nos sumerja a la fuerza en el aburrimiento.

Afortunadamente “After midnight” tiene un as en la manga y lo sabe jugar muy bien. Su desenlace es de aquellos que quedan grabados en la memoria. Solo por eso ya merece que le echéis un vistazo.

“Bloodline”

Hay películas que solo empezar a verlas ya sabes que su visionado valdrá la pena. Y “Bloodline” es una de ellas.

Y no digo esto porque estemos delante de un peliculón, que no lo es, sino porque tiene los suficientes motivos de interés para que disfrutemos con su visionado. De entrada, una escena de apertura con un asesinato digno del mejor “giallo”. A partir de aquí, la cosa va de Evan, un sosías de Dexter Morgan tremendamente interpretado por Sean William Scott, una persona de tendencias violentas que no duda en recurrir al asesinato para proteger a su familia. Y ya os avanzo que el bueno de Evan ve muchas amenazas, así que la película es rica en asesinatos que son, para jolgorio nuestro, bastante gráficos.

Lo que pasa con “Bloodline” es que nada es lo que parece, o sí, y la película no para de ofrecer giros sorprendentes, cosa que tiene su mérito y es de agradecer. Su loca resolución ayuda a que nos quede muy buen sabor de boca.

“Body at Brighton Rock”

Termino por hoy con una de esos títulos que no sabría deciros si es bueno o malo. A ver, bueno no es, pero malo tampoco. Más bien todo lo contrario. Menudo lío, ¿verdad?

Y es que estamos ante una película realmente rara, en la que parece que no pasa nada y mucho, la verdad, no ocurre. Una curiosa mezcla de “survival” y terror psicológico en la que una guarda forestal tiene que custodiar un cadáver y controlar la escena del crimen en medio de un frondoso bosque. Ella empieza a temer que el muerto puede resucitar en cualquier momento. Además es acosada por un sospechoso montañero. El hecho de tener que pasar toda la noche sola en mitad del bosque no hace más que aumentar sus miedos.

Explicado así parece que “Body at Brighton Rock” sea una cascada de emociones y nada más lejos de eso. Las cosas suceden a cuentagotas y nunca pasa nada muy reseñable. La trama va avanzando sin sobresaltos ni sin llegar a aburrir hasta su curiosa resolución. Digo curiosa, pero si alguien os dice que es un desenlace muy “patillero” también estará en lo cierto.

¿Es recomendable entonces? No me atrevería a decir que sí, pero me niego a deciros que no. A mí me enganchó, pero hay veces que, a causa de la vorágine del festival, películas inanes te parecen dignas. Y mucho me temo que esta sea una de ellas.

Eso es todo por hoy. En nuestra próxima entrega, que ya será la última, realizaremos otro rápido repaso a otra serie de títulos. Permaneced atentos.