Crónica del Festival de Sitges 2018 (III): Top 5

Tras repasar la propuesta con sabor retro que nos ofreció la edición de este año del Festival de Sitges llega el momento de descubriros los que para mí han sido los cinco títulos más interesantes, me niego a utilizar el adjetivo “mejores”, que tuve el placer de ver durante el pasado certamen. Veréis que es una lista muy personal en la que faltan algunas de las películas que más dieron de hablar durante el festival, pero eso no significa que cosas como “The house that Jack built” o “Dragged across concrete” no me gustaran, que lo hicieron, sino que me llegaron más otras propuestas a pesar de que tal vez sean de menor calidad que estas.

Una vez dicho esto, pasemos a conocer mi Top 5 de Sitges 2018:

5) “Zoo”

Lo reconozco, yo era el plasta que iba por Sitges diciendo a todo el mundo que le quisiera escuchar lo maravillosa que es “Zoo”. Y es curioso porque antes de entrar a la sala a verla era incapaz de recordar la sinopsis de la película. Es lo que pasa con la vorágine del festival, que a veces olvidas cuales fueron los motivos por lo que te decantaste por ver un título y no otro. En este caso lo había olvidado todo. Tuvo que ser un buen amigo, que ni siquiera iba a ver la película, el que me recordara su argumento.

¿Y de qué va “Zoo”? Karen y John forman una pareja que está en crisis. Su matrimonio no es que haga aguas por todos los lados, es que está completamente hundido. Pero justo el día en el que Karen va a pedirle el divorcio estalla el apocalipsis zombi y la pareja, siguiendo instrucciones del departamento de seguridad del gobierno, debe permanecer encerrada en casa. ¿Qué hace una pareja con problemas de comunicación cuando se ve obligada a estar junta? Eso es lo que vemos en “Zoo”. Y creedme que es muy divertido.

El permanecer forzosamente unidos hará que John descubra cosas de su mujer que jamás hubiese imaginado. Sirve también para que por fin ella le explique cómo se siente. Llega un punto en el que crees que esto se va a convertir en una comedia romántica, pero no. O sí, pero no. O no, pero sí. Es difícil contar más sin caer en el spoiler. Tan solo diré que pasan las suficientes cosas sorprendentes para que empaticemos con la pareja protagonista y entendamos a la perfección, además de conseguir que la deseemos, la evolución que experimentan.

Mención especial a los últimos veinte últimos minutos de la película que me parecieron preciosos. Sin desvelar nada solo diré que la cosa empieza con cierta conversación que mantienen en el sofá John y Karen. La pareja protagonista, Zoë Tapper y Ed Speelers, que ya nos venía brindando una gran actuación hasta ese momento, lleva la química que mostraban en pantalla a un nivel superior, especialmente Tapper que con solo su mirada consigue transmitirnos muchísimo.

En resumen, que esta original propuesta que nos ofrece Antonio Tublen a mi me ha conquistado. Dadle una oportunidad vosotros también. No os arrepentiréis.

4) “The man who killed Hitler and then the Bigfoot”

Robert D. Krzykowski ha conseguido con su primera película dejarme totalmente descolocado. Viendo “The man who…” pasé de pensar que estaba ante un rollazo mayúsculo a terminar completamente enamorado de la película al final de su proyección. Tal vez, el mayor problema es que pensaba enfrentarme a una película muy loca. Su título así me lo hacía presagiar. Pero me encontré algo totalmente diferente, a pesar de sus momentos locos.

Os cuento, Calvin Barr es un veterano de guerra, interpretado por un sobrio Sam Elliott, que vive en el más completo anonimato a pesar de haber realizado actos heroicos, como haber matado a Hitler. Un día el FBI y la policía montada del Canadá, conocedores de sus proezas, le encomiendan la misión de matar al Bigfoot. Parece pues que nos vamos a enfrentar a una cita repleta de acción, pero no. El director aprovecha para contarnos en diferentes flashbacks el pasado de Barr. Nuestro protagonista reflexiona sobre su pasado marcado por una preciosa historia de amor que vivió. A partir de aquí el Bigfoot pasa a ser lo de menos y toda nuestra atención recae en descubrir en que pasó con el gran amor de Calvin Barr.

Un momento de la película, por bello, destaca sobre el resto. Me refiero al momento en el que descubrimos que pasó la noche anterior a que Barr se fuera al frente de la Segunda Guerra Mundial. Ese último plano hará que a más de uno se le salte una lágrima.

Probablemente la mezcla de géneros que realiza “The man who…” no sea redonda del todo, pero tanto por sus momentos locos, asesinatos de Hitler y pelea con el Bigfoot, como los más tiernos, la ya citada historia de amor, pero también la relación de Calvin Barr con su hermano, la hacen merecedora de ser vista.

3) “Ghostland”

Muy esperado era el nuevo título de Pascal Laugier, quien ya nos conquistó en 2008 con su inolvidablemente brutal “Martyrs”, y he decir que no decepcionará a nadie.

La película empieza a piñón fijo. Entra rápidamente en materia, explicando lo mínimo posible o más bien nada. Los hechos se desencadenan porque sí y eso no es para nada algo negativo. De hecho, el saber tan poco sobre los motivos que llevan a que pase lo que pasa juega a favor de la película.

Una vez dicho esto lo mejor que uno puede hacer es acercarse a “Ghostland” sabiendo lo mínimo. ¿Qué es lo mínimo? Pues que una madre junto a sus dos hijas se traslada a la nueva casa que acaba de heredar. La primera noche que están allí unos asesinos irrumpen en la casa y la madre tendrá que hacerles frente.

Eso es todo lo que necesitáis saber. Hacedme caso. Cualquier otra cosa que sepáis podrá estropearos, y mucho, el visionado de la película. Estamos ante uno de esos títulos de los que a medida que vas descubriendo cosas más te va atrapando y gustando. ¡Ojito a su final! Una verdadera oda a la violencia.

No vamos a engañar a nadie si decimos que a Sitges vamos para ver películas como “Ghostland”.

2) “Assassination nation”

En la época en la que vivimos ahora en la que todo el mundo se ofende por todo, en el que los linchamientos en las redes sociales están a la orden del día y en el que damos una noticia por buena solo por haberla leído en un tweet una película como “Assassination nation” era necesaria.

Porque esto es de lo que va la película de Sam Levinson. Es una crítica feroz a las cazas de brujas que se realizan en la actualidad amparándose en el anonimato que nos da internet, un relato sobre la falta de privacidad en la que vivimos y un rapapolvo a los millenials, preocupados solo por alcanzar la popularidad a cualquier precio y por el sexo. También es una bofetada a la sociedad actual que va de liberal y que en realidad tiene muchos más perjuicios que generaciones pasadas. Todo esto es explicado sin ninguna clase de sutilidad en una película que solo en apariencia parece ser un producto más destinado al público juvenil. He aquí su gran acierto, pasar por algo intrascendente cuando en realidad es mucho más que eso.

Añadidle a esto su estética, su violencia (su clímax final es brutal), los diversos géneros que aborda (desde comedia juvenil hasta el “home invasion” pasando por coqueteos con el “Rape and revenge”) dan como resultado una autentica maravilla de película.

Tal vez el discurso final de la protagonista está un pelín de más, pero eso solo si nos ponemos muy puntillosos. O tal vez esto tan solo lo digo porque busco conseguir el LOL, yo que sé.

1) “The night comes for us”

No os voy a engañar, el argumento de “The night comes for us” no ocuparía mucho más espacio que un billete de metro, pero eso no es óbice para que Timo Tjahjanto nos regale la mejor película de acción del año y una de las mejores de las últimas décadas.

Olvidaos de todo lo que hayáis visto hasta ahora. Nunca habréis visto hostias, ni peleas, ni tíos acribillados, ni apuñalamientos, ni nivel de violencia como en esta película. El nivel de acción que ofrece es brutal. No da tregua ni respiro al espectador. Al finalizar el visionado de “The night comes for us” os aseguro que estaréis tan agotados que os parecerá que la estopa la habéis repartido vosotros. Estamos ante una jodida obra maestra. Sin discusión.

Sus coreografías son todas alucinantes, pero la pelea final entre Ito (Joe Taslim) y Arain (Iko Uwais) es sencillamente sublime. El no va más. Es verlo para creerlo. Estamos ante una de las mejores peleas finales de la historia del cine. Y no creáis que exagero. Tal vez me quede corto porque probablemente sea la mejor con diferencia.

“The night comes for us” ya está disponible en Netflix así que no sé qué estáis haciendo aún leyendo este articulo en lugar de viendo la película.

Y con este festival de hostias que es “The night comes for us” doy por finalizado el Top 5. En las siguientes partes de la crónica de Sitges 2018 hablaré brevemente de algunos de los títulos que pude disfrutar durante el festival. Permaneced atentos.