La semana pasada empecé a tener un antojo de películas orientales y como daba la casualidad de que en la localidad de Vic se celebraba entre los días 23 y 26 de julio la 17ª edición del Festival Nits de Cinema Oriental me desplacé hasta allí para colmar mis deseos, mis necesidades y mis ansias cinéfilas. Y vamos que si las colmé. Ya os avanzo que fueron cuatro días repletos de peliculones. Pero no avancemos acontecimientos y vayamos por orden.
Uno de los motivos que hizo que decidiera cubrir el festival fue que había un componente retro en él y esto en Retro Memories nos gusta apreciarlo y darle el eco que se merece. Para empezar, tuvimos doble ración de “Enter the fat dragon”. Por un lado, se proyectó la versión de 1978 protagonizada por Sammo Hung, para horas después hacer lo mismo con el remake rodado este año y que tiene a Donnie Yen de protagonista. En lo referente a la versión clásica, y que aquí nos llegó bajó el título de “Le llamaban el dragón gordo”, decir que sigue funcionando como un tiro a pesar de tener más de 40 años. Sammo Hung es un portento que se come la pantalla, y esto no es un chiste fácil a costa de su sobrepeso, tanto en los momentos cómicos como en los momentos de lucha. El humor de la película sigue funcionando bien en los gags de slapstick. Cuando se recurre a otro tipo de humor la cosa ya la cosa flojea un poco, ya sea porque el humor es muy blanco, muy local o que visto con los ojos de ahora queda zafio y un pelín machista. Pero en las escenas marciales sí que no hay duda: siguen siendo una maravilla y una gozada. Hung sigue haciéndonos alucinar con su agilidad a pesar de su peso. El clímax final, en el que se enfrenta a maestros de tres especialidades diferentes de lucha, es una brutalidad. Es una autentica Master Class de cómo rodar una pelea.
Viendo esto puede parecer difícil que el remake aguante la comparación. Pues ya os digo que lo consigue. Aunque la base de la historia es la misma, un hombre obeso y fan de Bruce Lee tiene que hacer frente a una amenaza para lo que tendrá que usar su habilidad en las artes marciales, el resto del argumento difiere lo suficiente para que esta versión protagonizada por Donnie Yen tenga entidad propia. Si en la versión de 1978 Hung era un hombre de pueblo que iba a la ciudad para ayudar a unos parientes con su restaurante, aquí lo que tenemos es un policía en excelente condición física que está obsesionado por su trabajo. A causa de una ruptura sentimental y por un traslado en su trabajo, empieza a comer compulsivamente hasta perder su apuesta figura en favor de unas grandes lorzas. Pero su habilidad marcial seguirá intacta, cosa que aprovechará para cumplir una peligrosa misión en Japón.
Al igual que pasa con Hung, ver luchar a Donnie Yen es un placer absoluto. Su dominio de las artes marciales junto a unas coreografías excelentes hace que cada escena de lucha sea un auténtico disfrute. Lo que ya sorprende más es la vis cómica que exhibe Yen. El actor consigue estar muy divertido en una película que también funciona mejor cuando tira de slapstick para hacer reír. El gran logró de la película ha sabido encontrar el equilibrio perfecto entre las escenas de acción y las escenas de humor, consiguiendo así que el ritmo no decaiga en ningún momento, lo que provoca que no se pierda nunca la atención en ella. Sin duda alguna, este remake logra salvar el envite de versionar un clásico con nota.
Otra nueva versión un film de culto que se pudo ver en Vic fue la de “Una historia china de fantasmas”, que llega bajo el título de “The enchanting phantom”. Aquí, y a diferencia con “Enter the fat dragon”, la historia entre la versión antigua y la nueva ya no es tan distinta. Básicamente lo que nos narra es la imposible historia de amor entre un joven estudiante y una mujer fantasma. El resultado a mí personalmente no me funciona. Y no lo digo porque la película sea mala, que no lo es, sino porque a mí este tipo de propuestas no me llegan. Eso no quita que visualmente me parezca fascinante, pero su desarrollo se me hizo plomizo.
“Fist of legend” por su parte es una precuela de la película homónima de 1994 y protagonizada por Jet Li que aquí nos llegó con el ridículo titulo de “Jet Li es el mejor luchador”. Para sustituir a Li tenemos a Tiger Xu en el papel de Chen Zhen, el héroe por antonomasia del cine de Kung Fu al que también dio vida Bruce Lee en “Furia oriental”. Las referencias que tenía de Xu eran muy buenas. Lamentablemente su tarjeta de presentación deja bastante que desear.
Y es que si bien “Fist of legend” no llega a aburrir, cosa a la que ayuda mucho sus escasos 76 minutos de metraje, está muy lejos de ser una buena película. Siendo benévolos diremos que es un film correcto. Por desgracia, Xu no tiene ninguna escena en la que lucirse. Todas y cada una de las escenas de lucha son muy del montón. Tampoco ayudan ciertos momentos vergonzosos, como todos en los que aparece el cónsul americano, la lamentable historia de amor que nos narran o el ridículo clímax final. Tal vez estoy siendo un poco duro con ella. Ya digo que es una película correcta, pero si quieres realizar una precuela de una película como la que protagonizó Li en los noventa y encima quieres lanzar a tu protagonista como la nueva estrella marcial, tienes que ofrecer más. Lo dejaremos en un aprobado raspado. Eso sí, a Tiger Xu le seguiremos la pista de cerca durante un tiempo.
Para acabar esta parte de la crónica dedicada al aspecto más retro del festival, toca hablar de “Mulan”. Pero no de la versión de Disney, ¿eh? Esa ya no llegará hasta 2021. Me refiero a la versión que han realizado en China para competir con la del gigante americano. Voy a deciros que a mí me pareció todo un espectáculo digno de ver. La película cuenta con unas excelentes y trepidantes escenas de acción, cosa que no sorprende viniendo del cine oriental, en las que increíblemente no escatiman a la hora de enseñar sangre. ¡Cuidado! Eso no quiere decir que sea un festival gore. No van por ahí los tiros. Pero tampoco teme tirar de hemoglobina para darle más épica a la batalla. Sumadle a eso lo bien que esta narrada la parte de la leyenda de la historia y tendréis como resultado un notable film con uno de los desenlaces finales más bellos vistos en tiempo. Se me antoja difícil que Disney haga algo mejor.
Y hasta aquí la primera parte del artículo dedicado a la edición de este año del Festival Nits de Cinema Oriental de Vic. En la segunda parte os hablaré de los mejores y más destacados títulos que se proyectaron. Permaneced atentos, pues.