Canciones de nuestra infancia. Hoy: “La vuelta al mundo en góndola” de Chispita

Queridos viejunos y viejunas: A continuación os voy a hablar de una de las canciones más raras que seguro oísteis durante vuestra infancia.

En 1982 el director Luis Maria Delgado, que en su momento ya había perpetrado la infame a la par que entrañable “Loca por el circo” protagonizada por Teresa Rabal, se unió al productor Luis Sanz, especialista en descubrir niñas prodigio como Rocío Dúrcal, para intentar lanzar al estrellato a un nuevo talento al que algún iluminado puso por nombre Chispita. El modo de intentar hacerla famosa fue a través de una película titulada “Chispita y sus gorilas”.

La película no tiene desperdicio. Ya a los cinco minutos, Chispita llega a su casa y una vecina (interpretada por la añorada Rafaela Aparicio) le cuenta que su madre se ha muerto. Así tal cual, se lo suelta de sopetón y a otra cosa mariposa.

Cuando parece que la vida ya no la puede golpear más, un día que su padre la manda a comprar tabaco (en los 80 esto era lo más legal y normal del mundo. En la actualidad a este padre le caería una condena de las guapas por hacer esto)escucha una conversación y se entera que:

A) Su padre tiene una amante.

B) Es adoptada. Me refiero a Chispita evidentemente, no a la amante del padre.

C) Su padre no la quiere. Solo la adopto para hacer callar a su mujer. ¡Tremendo!

Total, que ante este panorama nuestra querida Chispita, que no lo hemos contado pero se ha visto obligada a trasladarse de Sevilla a Madrid para que su padre este más cerca de la golfa de su amante, decide fugarse de casa.

Deambulando por las calles de Madrid va a parar al barrio de Chueca. Mira que hay sitios en el mundo, ¿eh? Pues ella termina en Chueca, que para el que no lo sabe es un barrio muy popular entre la comunidad gay (en Retro Memories estamos muy sensibilizados con el movimiento gay-lesbiana así que nos negamos a hacer chistes zafios que pudieran considerarse peyorativos tales como “allí hubiese podido ponerse a trabajar de dependienta en una bollería”). Allí conoce a dos niños desarraigados que responden a los nombres de, ojo al gag, Puñez y Tazo. Sí, viejunos, se llaman Puñez y Tazo. Glorioso. No me reía tanto con unos nombres desde que, por motivos que ahora no vienen a cuento explicar, me vi obligado a pedir asesoramiento legal al Bufete de Abogados Gil y Puertas, S.A.

Total que Chispita se va con Puñez y Tazo (interpretados por los míticos Tito y Piraña de “Verano Azul”) quienes viven con un científico llamado Einstein. De este hombre solo podemos decir que:

A) Es científico.

B) Le gusta dar cobijo a niños en su casa. No busquéis nada pedófilo en ello. Él abre las puertas de su casa a todos los niños al igual que han hecho otros como por ejemplo Michael Jackson.

C) Sufrió algún tipo de lesión medular ya que va en silla de ruedas.

D) A pesar de esto último es un hombre muy feliz (en Retro Memories estamos muy sensibilizados con las lesiones medulares así que nos negamos a hacer chistes que pudieran considerarse peyorativos tales como “Era un hombre feliz porque la vida le iba sobre ruedas”.)

Chispita y sus amigos Puñez y Tazo junto al científico Einstein, un hombre invalido pero feliz.

Pues en esas estamos que estando en casa de Einstein, Chispita se arranca a deleitarnos con el tema “La vuelta al mundo en góndola” que tiene una letra de lo más cutre.

Para que os hagáis una idea de como es la letra de esta canción, imaginaos que trabajáis como compositores y un buen día os ofrecen trabajo para componer un tema para la BSO de un film. Vosotros aceptáis encantados y cuando preguntáis que para cuando tienes que tener la canción lista te dicen “en 20 minutos” y claro tú te ves totalmente desbordado por la composición de una canción que trate sobre el mundo de los viajes y que tienes que tener listo en menos de media hora. Pues esto, más o menos es lo que le debió pasar al compositor, ya que si no uno no se explica según que cosas.

La canción contiene frases que aún tienen un pase como por ejemplo “París, un gato en el tejado baila el twist” o “Pekín, me tiro a la piscina en trampolín” que si bien son estúpidas a más no poder, tienen su rima currada y su gracia, pero también podemos hallar en ella perlas del estilo de “Venecia, peripecia” o “Quito, me quito ese mosquito” que dan vergüenza ajena.

La letra alcanza cotas máximas de memez con las frases “hay aire en Buenos Aires” o “en Chile comen chiles” que te hacen entrar ganas de soltarle una somanta de palos al tío que ha compuesto esto.

El videoclip es para dar de comer aparte. Por un lado tenemos un decorado de cartón piedra de lo más ruin, por otro a Puñez y Tazo haciendo un play back de lo más lamentable, pero lo peor viene al final. A partir de los 2m25seg del video, Chispita aparece cantando con un helado en la mano. Hasta ahí vamos medianamente bien, pero en los últimos segundos y justo tras decir “y yo pensando en… ti”, suelta un gemido mientras se acaricia una mejilla y abre la boca para meterse el helado en ella como si estuviera realizando una fel… bueno que hace algo que no me parece muy natural para una niña de su edad.

Viendo esta escena no es de extrañar que “Chispita y sus gorilas” fuera una de las películas más veces emitida en los cine forums que se organizaban en el Pub Arny.

Al final del film, Chispita se encuentra con su verdadera madre, que en uno de esos sustos que te da la vida, también esta a punto de morir, pero se recupera y decide vivir feliz con su hija y como agradecimiento a Puñez y Tazo por haber ayudado a su hija, al delgado le regala una moto y al chaval con sobrepeso (ya lo dijimos aquí, pero lo repetimos. En Retro Memories nos negamos a referirnos a él con términos que pudieran considerarse peyorativos tales como muñeco de Michelín) le regala unos cuantos jamones. Sin comentarios.

La película no fue el éxito que muchos se esperaban pero aún y así Chispita llego a gozar de cierta popularidad. Esta repentina fama fue demasiado para Chispita que decidió retirarse del mundo del espectáculo para terminar, y ojo que esto es cierto, trabajando como cajera de un supermercado.

Una vida digna de película. De hecho Ana Obregón está en estos momentos en pleno rodaje del biopic.

Ana Obregón caracterizada de Chispita en sus años como cajera de algún supermercado de lo más «cool».

 Mientras esperamos que Anita nos deleite con dicho film, que mejor que ver el videoclip de “La vuelta el mundo en góndola”, ¿no? ¡A viajar con Chispita, viejunos!