Voy a decirlo sin rodeos: “Buenas noches señor monstruo” es la mejor película de la historia. ¿Por qué? A las pruebas me remito:
1) Si las películas clásicas de monstruos, como por ejemplo “Frankenstein” o “Drácula”, están consideradas obras maestras, “Buenas noches señor monstruo”, donde también salen estos dos insignes personajes junto al no menos mítico hombre lobo, también ha de serlo.
2) “Cantando bajo la lluvia” está considerada una obra maestra y es un musical, pues “Buenas noches señor monstruo” también es un musical, bueno no es un musical exactamente pero coño cantan y bailan ¿qué más queréis?, pero es que además… ¡Llueve! Es por eso que los miembros de Regaliz se cobijan en el castillo de los monstruos. Como veis cumple otro requisito para ser considerada una obra maestra ¿Queréis más pruebas? Pues allá va.
3) Las películas de niños cantantes molan. “Sonrisas y lagrimas”, de cuyas canciones os habló mi compi Manel en este soberbio artículo, molaba porque salían niños cantando y por nada más. Los miembros de Regaliz eran niños y se pasan la película cantando por lo tanto la película mola.
Resumiendo, que al coger lo mejor del mejor cine, “Buenas noches señor monstruo” se convierte en la película definitiva.
¿Y que decir de las canciones? Todas una maravilla, oigan. En este clip podréis apreciar la gran canción titulada “El show de el hombre lobo”.
Analizando el clip a los 0:12 seg. podemos ver como una de las miembros de Regaliz hace una mirada tope viciosilla. No quiero insinuar nada pero parece como que busca algo. Que las primeras palabras que dice sean “ñaca ñaca” no ayudan a pensar que no quiere… bueno, ya sabéis a lo que me refiero, ¿no?
Aprovecho ahora que hablamos del “ñaca ñaca” para hacer una reivindicación. Siempre me ha molestado que obras como “Las cuatro estaciones” de Vivaldi o “La quinta sinfonía” de Beethoven sean consideradas obras maestras. A ver, que sí, que están bien con todas sus notas y tal, pero no tienen letra. Por eso que alguien haga una canción cuyas primeras palabras sean “ñaca ñaca ua ua” se merece todos mis respetos. Vivaldi y Beethoven no tuvieron bemoles para ponerle letras a sus sinfonías y este tío pone en la canción lo primero que le pasa por la cabeza. ¡Bravo, maestro!
Después del “ñaca ñaca”, a los 1m13seg exactamente, los Regaliz entran en éxtasis y se ponen a bailar como locos… excepto el chaval más bajito que entra en un estado catatónico y se pasa todo el baile sentadito en las escaleras. No quiero pensar que lo hizo porque no tenía talento para bailar ni siquiera esa birria de coreografía, prefiero pensar que fue debido a un problema de salud.
Y para terminar permitidme hablaros de la letra. En la canción sueltan perlas como:
“La luna apareció redonda, prestamos todos atención, vais a ver algo que es la monda, una genial genial transformación.”
Vale hasta aquí vamos bien. Sigue explicando las fases del cambio del rollo:
“Las uñas cambiaran por garras, los dientes se harán colmillos…”
Bla, bla, bla y al final dicen:
“Resulta tan extravagante como Tarzán bailando jotas”.
Se lo he consultado a un amigo mío que es parapsicólogo y me ha dicho que esto es una solemne estupidez y que solo lo han puesto por necesidades de rima. Si él lo dice es que debe ser verdad.
Una vez dicho esto os dejo bailar al son de Regaliz: