15 culebrones latinoamericanos que marcaron época (II)

Seguimos con el repaso de los culebrones latinoamericanos que más éxito tuvieron en su paso por nuestras televisiones. Y hablando de éxito: ¡Menuda acogida tuvo la primera parte de este especial! Hay que ver lo que os gusta el petardeo, ¿eh? Pues si esto es lo que os mola, quién soy yo para negároslo. Así pues, continuemos descubriendo que títulos figuran en nuestra lista, que os recuerdo no tiene ningún tipo de orden específico.

6) “Manuela” (1991)

En 1991 se estrenaba en los cines “Doble impacto”, en la que Jean-Claude Van Damme interpretaba a dos hermanos gemelos separados de críos y que se reencontraban ya de adultos para ejecutar su venganza contra los que asesinaron a sus padres. Grecia Colmenares no quiso ser menos que nuestro karateka belga favorito y se marcó un doble papel en “Manuela”, la historia de dos hermanas que no se conocen y mientras que una, Isabel, es criada por una familia rica, la otra, Manuela, va a parar a una familia humilde. Aquí la gracia residía en que las dos hermanas se llevaban diez años de diferencia y mientras una era morena, la otra era rubia.

Esta foto es demasiado buena como para no ponerla.

El tema es que por cosas de la vida ambas acaban enfrentadas por el amor del mismo hombre. Fernando es el marido de Isabel y cuando esta muere se encuentra con Manuela, que es clavadita a su difunta esposa, pero, recordémoslo, es diez años más joven, cosa que al tío le pone tope palote. Evidentemente, acabarán juntos, pero tendrán que hacer frente a dos amenazas. Por un lado, tenemos a un fantasma enmascarado. Ojo aquí. Y por otro, está Bernarda, la pérfida ama de llaves que es además la madre secreta de Isabel. Porque no lo he dicho pero Isabel y Manuela solo son hermanas por parte de padre. Un embolado de los guapos, vamos.

Con unos mimbres así era imposible que “Manuela” no triunfara. Además, la sintonía de la serie estaba compuesta por Julio Iglesias. Razón definitiva para adorar a esta telenovela.

7) “Abigaíl” (1988)

Podríamos decir que “Abigaíl” no es más que la típica historia de niña rica y caprichosa que se enamora de hombre maduro si no fuera porque su desarrollo es de lo más rocambolesco.

Tenemos a Abigaíl, interpretada por Catherine Fulop, que era guapa no, lo siguiente, que se enamora de su profesor Carlos Alfredo, interpretado por Fernando Carrillo. Ambos viven un tórrido romance que acaba con un embarazo de ella. Lo que pasa es que Abigaíl en un ataque de locura de los guapos acaba regalando el bebé a una taxista. Flipa. Así que el drama de nuestra protagonista reside en recuperar al hijo que regaló y de paso volver a conquistar a Carlos Alfredo.

“Abigaíl” fue otro de esos culebrones que sirvieron para que sus protagonistas, que eran matrimonio en la vida real, obtuvieran mucha popularidad en nuestro país hasta el punto de intentar hacer carrera en nuestra televisión.

8) “Caballo viejo” (1988)

“Caracol presentó ‘Caballo viejo’”. Esto que parece una estupidez, y que lo es, es una cosa que me hacia mucha gracia de este culebrón. Lo decía una voz en off al final de cada episodio y yo lo recuerdo con una sonrisa porque tenía un compañero de instituto bastante mongolo que imitaba a la perfección esa voz y siempre soltaba este chascarrillo cuando alguien acababa de explicar alguna historia, consiguiendo el descojone generalizado. Así de simples éramos. Pero dejemos mis anécdotas personales de lado y centrémonos en la telenovela. Aquí tenemos la historia de un hombre cincuentón de nombre bastante molón, Epifanio del Cristo Martínez, y que daba bastante grima, que se enamora de su joven sobrina llamada Nora. Increíblemente, ella le corresponde en este amor.

Aparte de la historia escolar antes citada, dos cosas más se me quedaron grabadas de este culebrón. Por un lado, mi incomprensión de que una chica tan guapa como Nora se sintiese atraída por el viejales grimoso de su tío. Os juro que esa relación me daba repelús. Y, por otro lado, tenemos la sintonía, que por aquellas fechas también grabó Julio Iglesias, otra vez él, para su nuevo disco.

9) “Señora” (1988)

Sigo siendo el que te adora y tú siempre la señora, que a escondidas me desea porque soy tu error. Además, bien sé que cuando otro te besa en la boca, aunque es una idea loca sientes mi sabor”. Mira, la puta piel de gallina recordando el temazo “Di que tú” que interpretaba Carlos Mata y que servía de sintonía para “Señora”.

Tras el éxito de “Cristal” y “La dama de rosa”, Mata regresó con fuerza a nuestra televisión con este culebrón que destaca poderosamente por encima de otros porque esta vez la acción giraba alrededor de mujeres. Ellas eran las poderosas y las codiciosas. Mira tú que bien. Aquí la cosa trata de una mujer que busca vengarse del juez que la encarceló injustamente. Solo faltaría que durante el proceso se acabara enamorando de él. Espera. No será eso lo que sucede, ¿verdad?

10) “Inés Duarte, secretaria”

Estamos ante la típica historia de patito feo. Inés Duarte es una secretaria eficiente y trabajadora. Su valía profesional está fuera de toda duda. Aquí el problema es que Inés es un pelín craco. Para complicar más la cosa, está perdidamente enamorada de su jefe, por todo aquel rollo de la erótica del poder. Su jefe no es otro que Víctor Cámara, que después de petarlo con “Topacio” volvía a nuestra televisión para interpretar a un pobre viudo y padre de cuatro hijos.

Voy a resumir la cosa porque supongo que incluso los que no visteis el culebrón ya habréis deducido por donde irán los tiros. A ver, Inés acabará echándole un cable a su jefe también en su vida doméstica. Evidentemente, los niños no tardarán en cogerle cariño. Eso unido a que ella se arreglará un poco, se pintará y se peinará con un poco más de gracia, hará que todos descubramos que no es tan fea cómo suponíamos. ¿Qué sucederá? Pues lo que estás pensando.

Con “Inés Duarte, secretaria” cerramos la segunda parte de nuestra lista de quince culebrones imprescindibles. En breve llegará la tercera y última entrega. Hasta entonces, sentíos libres de hacerme llegar vuestras propuestas de títulos que merecen formar parte de esta lista. Soy todo oídos. Contad, contad…