Durante mi primer año de instituto una moda empezó a causar furor entre los adolescentes. Esa moda consistía en lucir el símbolo conocido como “Smiley”, que era una cara amarilla que lucia una gran sonrisa.
No había chico/chica que no luciera una camiseta con el sonriente rostro impresa en ella o no llevará una chapa o una pegatina en su carpeta con el dichoso simbolito.
En aquellos momentos al Smiley se le asociaba con la música dance acid house que en aquellos momentos estaba pegando fuerte en las discotecas. Quien no recuerda haber estado en una disco bailando este tipo de música y berreando “aciiiiid!!!!! aciiiiiid!!!!! aciiiiiiid!!!!!” al son de un famoso tema que sonó mucho durante esos días.
Lo curioso del caso es el Smiley no es originario del movimiento Acid house. Su origen se remonta a 1963 cuando una empresa de seguros llamada State Mutual Life Insurances adquirió otra empresa llamada Guarantee Mutual Company. Con dicha adquisición muchos de los trabajadores empezaron a temer por su puesto de trabajo cayendo en una especie de depresión laboral, así que la empresa decidió hacer una campaña de marketing interno a la que llamó “campaña de amistad”, de la que surgió un nuevo manual del empleado en el que, entre otras reglas, destacaba la obligación de sonreír en horas de trabajo.
Como toda campaña debe tener un logo, la empresa contrató al diseñador Harvey Ball que en menos de diez minutos diseño al bueno de Smiley.
Increíblemente, Ball solo cobró 45$ por su diseño. Un diseño que con los años generaría millones de beneficios.
Esos beneficios los obtendrían los hermanos Spain (no es coña, se llamaban así) que aprovechando que el símbolo era de dominio público, ya que nadie lo registró, se dedicaron a vender a comienzos de los 70 todo tipo de artículos, desde camisetas a tazones, estampados con Smiley y el lema “Have a nice day” (Que tengas un buen día en español).
Os cuento todo esto, aparte de por creer que es interesante, para que no le contéis el día del mañana a vuestros nietos que este símbolo lo inventó Forrest Gump al limpiarse con una camiseta su cara manchada de barro, historia que ya os digo que fue inventada para la novela que dio origen a la película.
Sea como sea, el Smiley a día de hoy sigue siendo un símbolo popular, claro que no tanto como en los 70 y 80, y su popularidad tiene tal magnitud que no solo se siguen comercializando productos con su diseño estampado, sino que además es normal su aparición en publicidad, cine, televisión, cómics etc…
De todas las modas que he visto pasar en mi vida, la del Smiley no es la peor, y además consigue aquello para lo que fue concebida: logra sacarte una sonrisa.
Y vosotros viejunos, ¿lucistéis alguna vez este símbolo? ¡Contad, contad!