Los 10 mejores juegos de mesa que plagió «Falomir Juegos» (1ª parte)

FALOMIR

La serendipia es aquel hallazgo afortunado y/o inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa totalmente diferente a la encontrada. Este post debe a la serendipia su existencia. Hace unos días estaba buscado contenidos para nuestros perfiles en facebook y twitter cuando me encontré con algo que hizo que se encendiese una lucecita en mi interior a la vez que se dibujaba una arcada en mi diafragma. Se trataba de un juego de mesa, concretamente este:

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¿Pero qué puta mierda era esto? ¿Qué malvado y a la vez poco dotado ilustrador podía llegar a dibujar tal bazofia? (Alex habló sobre otros usos ilícitos de la imagen de Eddie Murphy en su artículo «Engañados por la carátula«, no os lo perdáis) La cosa me pareció tan deplorable y lamentable que no pude hacer otra cosa que investigar un poquito más. No tardé en darme cuenta de que «Falomir Juegos» estaba detrás del engendro, así que no tuve más remedio que seguir investigando. Lo que fui descubriendo me dejó las posaderas torcidas. Si hace un tiempo os hablé sobre la mafia italiana que se dedicaba a copiar juegos de ordenador, hoy, los amigos de sacar un rendimiento económico gracias al talento de otros al que va dedicado este post, llegaron de un lugar mucho más cercano. Concretamente de Valencia. Fundada en 1945 en la localidad de L’Eliana por José Luis Falomir, la empresa ha sobrevivido durante tres generaciones a base de copiar y plagiar juegos de otros fabricantes (también producen propios, pero son los menos). Ahora la dirigen los nietos del fundador y parece ser, por la información que se puede encontrar en la red, que actualmente Falomir vive un momento de bastante éxito (quizá sea todo auto-bombo, vete tú a saber). Pero no voy a hablar sobre lo que hace actualmente «Falomir Juegos», si no sobre lo que hizo hace tres décadas: copiar sin ningún reparo los juegos de mesa que más lo petaron en su momento (mi momento, nuestro momento viejun@s) y lo haré ordenándolos en función de mis gustos personales en relación al juego original. Bueno no se si me he explicado demasiado bien pero supongo que si dejo de enrollarme y me meto al lío la cosa quedará un poco más clara.

10. En busca del Imperio Cobra / A la conquista del Reino Cobra

1.ReinoCobra
1.ReinoCobra ORIG2

Si alguna vez tuvisteis la oportunidad de jugar al juego original de CEFA sabréis que era una pasada. Un tablero super cuidado, unas fichas y unas tarjetas de calidad. Realmente fue uno de los juegos de mesa que más triunfaron en su momento y, a pesar de que nunca lo tuve, jugué en muchas ocasiones en casas de amigos, sobre todo en aquellas fantásticas fiestas de cumpleaños llenas de vasos de Coca-cola mezclada con Fanta y triángulos de Nocilla.

La copia de Falomir era nefasta, aquí tenéis una foto del interior de la caja del original con su cobra de metal, sus dados, sus personajes para hacer de fichas, cartas…:

1.ReinoCobra ORIG

Y aquí lo único que había a parte del tablero en la copia:

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Receta del plagio: cambia “busca” por “conquista” y “Imperio” por “Reino”, haz un producto malo de cojones e intenta engañar al mayor número de inocentes padres que no recuerdan bien bien cómo se llamaba el juguete que sus hijos les habían pedido, pero que sí que tenían en mente el concepto “Cobra”.

9. Giman y la espada del poder / Masters of the universe

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3.giman ORIG

Se han de tener unos huevos como dos sandías para hacer esta copia tan zafia de uno de los personajes de ficción más idolatrados en los 80. ¿Giman? en serio…. ¡¿Giman!? Los directivos de Falomir si que debían gemir de placer al ver cómo se llenaban sus bolsillos gracias a la venta de mierda dentro de una caja de cartón. Porque si el nombre tiene delito, el “tablero” de juego es ya de pelotón de fusilamento. Mi sobrino de 12 años es capaz de dibujar muchísimo mejor algo menos desagradable a la vista que esto:

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Fijaos, si vuestras retinas soportan el dolor, en cómo el Giman de la portada se ha metaforseado en el He-Man del tablero y cómo aparecen (mal) dibujados los principales protagonistas de la producción original. Y como colofón final: las instrucciones:

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El juego era un ñordo de tres pares: ves tirando el dado, avanza tu ficha, mira si en la casilla que caes pasa algo y ganas si llegas al final. Vamos, el juego de la oca disfrazado de hipermusculado héroe mitológico (mal dibujado).

8. Coloca 4 / Conecta 4

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4.Coloca4 ORIG

Me encataba jugar a “Conecta 4”. La sensación de placer que te invadía cuando sabías que al dejar caer tu ficha por la ranura superior ibas a ganar irremediablemente la partida era inigualable. A su vez, si estabas en el lado contrario, el sonido de la ficha de tu oponente al conectar 4 en linea te hacia sentir como si una cuchilla de hielo te atravesase de arriba a abajo.

Este es quizá uno de los plagios más logrados. Como mínimo en lo referente a la portada del juego, el continente, porque como en todos los casos lo que se encontraba en su interior, el contenido, era de una calidad muchísimo más baja que la del original. Os voy a pedir una cosa, fijaos bien en la portada de “Coloca 4”, miradle bien unos momentos porque ahora vamos a hablar de:

7. Hundir los barcos / Hundir la flota

5.Hundir los barcos
5.Hundir los barcos ORIG

¿Qué? ¿Os habéis dado cuenta no? Sí, son los mismos niños. ¿Quién eran? ¿Quizá miembros de la misma familia Falomir? ¿Quizá eran modelos profesionales a los que la empresa les pagó un pastizal por posar para sus carátulas? Permitidme que lo dude ya que viendo las tácticas empresariales que llevaban (y llevan) a cabo esta gente, me temo que los niños no viesen ni una peseta por el trabajo. El misterio de estos niños quedará en el limbo de los misterios del viejunismo sin resolver, a no ser que alguno de ellos lea estas lineas y se anime a iluminar nuestro conocimiento.

Por otro lado os quiero comentar que “Hundir la flota” era uno de mis juegos preferidos a pesar de que yo no tuve el que ilustra estas lineas, yo tuve el mitiquísimo “Hundir la flota por computador”, del que recuerdo que te pasabas más rato “programando” la localización de tus barcos que, posteriormente, jugando, ¿Algun@ de vosotr@s lo recuerda?

6. Trivio / Trivial Pursuit

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2.Trivio ORIG

La frase que acompañaba la copia del genial juego de preguntas ya delataba las intenciones del fabricante : “La fuerza del saber”… Pues debía ser la fuerza del saber plagiar porque “saber crear”, “saber trabajar” o “saber respetar la propiedad intelectual e industrial de los demás” no serían las directrices empresariales básicas sobre las que «Falomir Juegos» basó su modelo de negocio.

Recuerdo que el juego original fue uno de los regalos de reyes al que sacamos más provecho en mi casa. Fueron muchas las horas que pasamos respondiendo las preguntas y rellenando con “quesitos” nuestras fichas. Evidentemente, prácticamente el cien por cien de las partidas fueron ganadas, sobradamente, por un servidor y, normalmente mis padres y mi hermana se limitaban a ver cómo, tras conseguir todos los colores, me dirigía hacia la casilla central del tablero para, de una manera triunfal, responder del tirón las seis preguntas que me darían la dulce y merecida victoria.

«Trivial Pursuit» me llenó el cerebro con muchos datos, algunos totalmente inútiles como el del nombre del toro que mató a Manolete (¿qué coño me importaba?) y algunos que me hicieron sentir curiosidad por algún tema o personaje histórico, como el de saber el nombre de Muhammad Alí antes de convertirse al islam. También me sirvió para empezar a sacar rédito de mi capacidad para almacenar en mi cerebro datos no demasiado útiles para la vida cotidiana, pero sí de tremenda utilidad para responder preguntas como “¿Cómo se llama la piedra que le quita los poderes a Superman?

No tuve el placer ni el disgusto de jugar a “Trivio”, pero realmente, comparado con el original, hacía muy mala pinta. ¿Copiaron también las preguntas? ¿Eran las tarjetas meras fotocopias del original? Si alguno de vosotros lo tuvo agradeceré que nos explique un poco sobre el juego.

Para acabar dejadme decir que “Falomir Juegos” no sólo se dedicó a plagiar juegos de mesa, no no… también hizo lo propio con otros juguetes de éxito comercial del a época:

Cazabolas

“Cazabolas Pipinn” era la burda copia del exitoso “Tragabolas” de “MB”. Si la idea original de unos hipopótamos tragándose bolas de plástico al activar una palanca ya era bastante inquietante, la de unos perros pegados a un trozo de plástico haciendo lo mismo al tirar de sus colas era ya demencial. Y lo de “Pipinn”… si en el fondo eran unos genios, del mal, pero unos genios al fin y al cabo:

– Oye Falomir tendriamos que copiar ese juego de las bolas que lo está petando.

– De acuerdo, ¿cómo lo llamaremos?

– Pues no sé pero en original salen hipopótamos

– ¿Hipopótamos? Estos de “MB” cada vez no los ponen más difícil, van a por nosotros.

– ¿Y si ponemos unos perros?

– ¿Perros tragando bolas? Me recuerda una cosa muy loca que hice hace un par de noches con la Sra. Falomir… Bueno, cosas peores hemos hecho. Y de hecho es buena idea, ¿ahora no está triunfando un perro anunciando no se qué en la tele?

– Sí, creo que se llama Pipo, o Pepo… ¡ah no, calla! ¡Pippin!

– Pues ya lo tenemos, pero por si las moscas cambia las dos pes por dos enes, no vaya a ser que nos denuncien. ¡A producción! Y a seguir forrándonos vendiendo mierda de perro como churros. «De perro»… ¿lo captas no?

– Si Falomir, si es que a parte de un genio del mal plagio eres un puto genio del humor.

Y hasta aquí esta primera parte. En breve os hablaré sobre los cinco juegos que faltan y habrá alguna que otra sorpresa, hasta entonces,

Tomad la medicación…