Hoy cumplimos cuatro años de historia como blog. Durante estos cuatro años hemos hecho muchas cosas, estas son algunas, o quizá todas ellas:
Durante estos cuatro años hemos hecho guiños a Star Wars mientras alucinábamos recordando a Buck Rogers. Nos hemos ido a la cama con Casimiro y durante la noche hemos soñado con el increíble Hulk y con un extraño cine que parecía llegado de otro mundo. Hemos digerido helados con forma de escualo mientras veímaos nuestra serie de animación japonesa favorita, no sin antes ir al kiosko a compranos unos chicles con forma de pepitas de oro. Os hemos desgranado todo lo que pasó en una Estrella de Combate pero a la vez os hemos contado las intimidades de canciones que parecían estar compuestas por un maníaco o una madre rata, ahora no lo recordamos bien. Hemos hecho pesas para poder llevar un ordenador al lavabo donde os hablamos sobre un perro llamado Truquete que era fan de Run DMC y Aerosmith.
Nos hemos puesto en forma con Sport Billy para poder comprar amor al son de “Chinito de Amor”. Hemos jugado a la guerra con Leif Garrett mientras cantábamos canciones navideñas de The Band Aid, dábamos unos premios y os felicitábamos el 2012. Pero también hemos hecho ejercicio con Eva Nasarre que se camufló como uno de nuestros primeros ganadores a las menciones Retro Memories. Hemos surcado el espacio con naves que no hacían ruido acompañados de la añorada Sonia Martínez (que era una gran coleccionista de Cromo-tapones). Casi casi desaparecimos en combate pero al final fuimos salvados por los Nabucodonosorcitos al son de Suburbia de los Pet Shop Boys. Hemos llorado con el final de Mofli pero al final nos alegramos por él y por los chollos que ganamos gracias a El Equipo A.
Hemos ingerido bollería industrial rosa a mansalva de colegueo con Misha bajo una montaña. Hemos elegido las aventuras de lo que parecía el último yanki virgen, un tipo curioso que nos cantó que mejor no preocuparse y ser feliz. No hemos llevado gratas sorpresas al ver combates de Kickboxing, pero tranquilos, todos siguen vivos. Nos hemos escondido en un valle secreto para ayudar a Parchís a pasarse un fantástico juego de naves.
Hemos montado más de una vez en el coche de Starsky y Hutch, pero una de ellas encontramos bajo los asientos un mano loca que nos sirvió para hacer mortales efectos especiales. Hemos visto a actrices infantiles haciendo porno con Popeyes electrónicos disfrazados de Superman adolescente. Hemos aprendido a nadar con una burbuja rosa para no ser los menosmola de la piscina y así poder jugar al “Veo, Veo” con los amigos.
Nos hemos dado alguna torta montado en bicicleta pero nos vengamos de los baches con alegría y cantando. Nos llegamos a mudar una temporada con cuatro británicos impresentables que no nos dejaron ver a Jonathan Brandis por la televisión ni jugar con nuestra Game Boy. Hemos sido albóndigas incorregibles que hemos bailado suciamente en televisión de forma interminable. No hemos quedado a gusto criticando las letras de algunas canciones gracias a los lápices de nuestros estuches vacilones y hemos pasado de ser de bellas a bestias (para algunos). Hemos tenido caries gracias a unos chicles llenos de azúcar que nos pasó un niño extraterrestre que era fan de The Clash. Hemos borrado con nuestra goma de borrar ciertas aventuras inconfesables de un héroe intergaláctico y alguna que otra intimidad de un héroe selvático. Ah, y os hemos visto las caras a alguno de vosotros.
Nos hemos levantado antes de que os marchaseis para que no nos mangaseis el yo-yo que ganamos con los envoltorios de nuestros pastelitos preferidos. Hemos hecho deporte con las yemas de nuestros dedos, cuido de un tal Billie y su mono y les hemos presentado a nuestro amigo Mac. Nos hemos comido un Burmar Flax al salir de los estudios de la Ser, donde conocimos a una familia llamada Hollister. Hemos desvelado secretos de extrañas pirámides al son de Radio Futura a bordo de nuestros coches más molones. Hemos volado en Jetpac para conseguir los cromos que nos faltaban de nuestro álbum Trideporte pero al final conseguimos el último yendo de nuevo en coches espectaculares. Hemos sido técnicos de radio en un Commando donde aprendimos técnicas de combate para jugar a un juego que se llamaba igual que la película.
El día después de una catástrofe nuclear hemos jugado con E.T. a un juego de mesa y después hemos visto su película en un Vídeo 2000. Hemos vivido aventuras con Zipi y Zape y con un hombre lobo musical al que le regalamos una pulsera que hicimos nosotros mismos. Hemos volado con el Capitán Sevilla para rescatar a chinos que daban suerte y a bolígrafos que podían escribir en 10 colores diferentes. Nos hemos ido de aventuras con Tom Sawyer, jugando con fuego con la química y haciendo manualidades de manera nefasta.
Hemos hablado sobre la historia de la música en EEUU donde Screech se dedicó al porno junto con una tortuga y su perro mosquetero. Hemos jugado a baloncesto con Fernando Martín y para celebrarlo nos hemos comido los mejores helados de la historia mientras nos picábamos con los juegos de agua de Geyper. Hemos tocado el piano para ligar con una rubia y que ésta se subiese a nuestro Ferrari rojo como el traje de Spider-Man.
Hemos llorado la muerte de la novia de nuestro superhéroe arácnido favorito más de una vez, y de dos. Hemos aprendido a tocar con un mini-piano la melodía del Pang y nos hemos puesto tan contentos que parecíamos un Smiley. Hemos sacado punta a lápices al dar la vuelta al mundo en góndola para crear un imperio con arandelas adhesivas. Nos hemos ido de vaciones, hemos vuelto y lo hemos hecho con carteras Perona a nuestras espaldas. Nos hemos viciado a matar marcianitos tras ver unas pelis en B/N que nos había recomendado un tal Don Federico. Hemos bailado en Xanadú con la centenaria abeja Maya gracias a la música de nuestros walkmans.
Hemos viajado por el espacio para llegar a la edad media y por el camino nos cruzamos con el Enterprise y con un extraño familiar llamado Osvaldo. Hemos montado en el coche de la Pantera Rosa junto a un trekkie para ir a una academia militar digital. Casi nos come un Tiburón mientras inflábamos unos globos justo antes de convertirnos en Manimals. No han puesto inyecciones horrorosas para curar nuestra adicción a Pepe L’Amour y a Porky’s. Hemos estado en Sitges viendo cine, pero ni la noche de Halloween ni con Don Música. Nos han gustado cosas de noviembre, cumplido un año y hemos llorado al recordar a Omayra Sánchez.
Hemos ido con los Rompecocos a salvar a Freddy Hardest para recordar con él las muertes televisivas que más nos impactaron. Hemos encontrado joyas en forma de álbum de cromos, pero también hemos reconocido cosas vergonzosas de nuestra infancia y os hemos desvelado que Mah-nà Mah-nà tiene su origen en una película erótica. Hemos defendido castillos de plástico junto a Robocop y el Sheriff Lobo. Hemos montado en un autobús atómico donde conocimos a una protagonista de “Padres forzosos” que se había enganchado a las drogas al perder su copia de un cómic de Superman. Hemos pasado noches de paz y noches de muerte para acabar un post donde os explicaos falacias navideñas para que la final no se lo leyese ni el Tato. Iniciamos años con cambios, hablando de porno digital y vacunándonos. Hemos alucinado con la historia del suicida Budd Dwyer pero también disfrutado con sintonías de sitcoms y con series protagonizadas por Mr. T.
Nos hemos quedado atrapados en el tiempo infectados con piojos escuchando punk vasco del bueno. Hemos desvelado secuelas bastardas antes de ir de fiesta con unos jóvenes ocultos que se dedicaban a timar a la gente con anuncios en prensa bastante dudosos. Nos hemos quedado acorralados al hacer bestia en clase y descubrir así más secuelas bastardas. Hemos ido de viaje con Carl Sagan a visitar una chica que vestía de rosa y a la que le gustaba hacer dibujos con su Skedoodle. Nos hemos ido de copas con los Toreros Muertos y conocido a niños transformados en adultos que jugaban de puta madre al R-Type. Hemos descubierto juegos de mesa dentro de citas de cassette justo en el umbral de la noche tras seducir a una sexy espía soviética. Hemos ido a dobles sesiones y al salir hemos jugado con juegos de bolsillo mientras un señor nos quería reagalar droga a la puerta del colegio.
Nos hemos vuelto locos por las marcas justo cuando cerró nuestro videoclub y nos quisimos convertir en exterminadores para vengarnos. Hemos sido detenidos por actos delictivos infantiles como distribuir más secuelas bastardas, pero no nos arrepentimos y volvimos a delinquir al ser un poco más mayores. Nos encontramos con unos guerreros en el Bronx con los que nos picamos al After Burner y al final ellos nos recomendaron algunos libros viejunos. Hemos dibujado pollas con el Lumirama de Madel al son de «Billie Jean” tras una tortuosa sesión de gimnasia. Hemos vuelto al año 65 corriendo para detener a una mafia italiana piratona que traficaba con juguetes que eran una puta mierda. Hemos ido de concierto punk y sido engañados por carátulas de películas tras cantar canciones de esas raras para jugar con cuerdas. Hemos recordado intros míticas de series de acción miestras os enseñábamos los resultados de batallas definitivas que bien hubiesen podido ganar El Torete o El Vaquilla.
Hemos jugado al billar, librado más batallas definitivas y viajado muy, pero que muy lejos gracias a una especie de prismáticos. Hemos parecido gilipollas al volver a hablar como en los ochenta, pero nos hemos redimido al colaborar con otras webs y armándonos hasta los dientes (cosa que nos volvió a hacer parecer gilipollas). Nos hemos drogado y practicado sexo con Arnold y sus colegas pero fuimos parados por Superman y al hacerlo recordamos cosas grandiosas que vivimos gracias a él. Hemos practicado el enduro junto al Llanero Solitario y los Beatles. Hemos entrevistado al niño murciélago que se había juntado con una pandilla chunga un poco homofóbica y justo después nos fuimos de vacaciones. Volvimos más viejos y decrépitos que nunca tras luchar contra una planta de Marte y vencerla gracias a nuestro amigo Claudio.
Nos hemos tragado secuelas cinematográficas detestables junto a nuestro amigo Donkey Kong quien nos recomendó unas bazofias todavía peores. Hemos vivido sucesos trágicos e impactantes después de jugar un poco en clase y antes de ver series de dibujos basadas en películas. Hemos gastado bromas el día que cumplimos dos años y lo celebramos junto a Batman. Hemos aprendido sexo gracias a los periódicos que vendían en Sitges 2013 y a héroes de acción olvidados. Hemos jugado con nuestro Spectrum y nos hemos hinchado a chucherías viendo galas de nochevieja. Hemos cantado canciones navideñas con la boca llena de más chuches con nuestro amigo el Tato. Hemos vuelto para recordar series de tv olvidadas por duplicado.
Nos hemos emocionado al recordar a Ultimate Warrior y hemos querido ser él y como el protagonista de “Ready Player One” para hostiar a base de bien a los hijos de puta de Tulnfancia. Hemos visto más secuelas bastardas tras escuchar el nefasto remake de “Enrique y Ana” y ver más series olvidadas. Hemos vomitado al comer ciertas mierdas mientras escribíamos libros y conocíamos Reugenio. Hemos recomendado vinilos a George Lucas y a Steven Spielberg en un concierto de boy bands nefastas. La televisión no ha enseñado a hablar sobre cinco tebeos que todavía no existen, no como sí lo hace un libro sobre la serie V. Hemos saltado de liana en liana junto a Tarzan para celebrar que nos íbamos de vacaciones tras las cuales hablamos sobre los infames plagiadores de Falomir. Hemos amenizado fiestas revival 90’s que no organizaba Falomir de nuevo y donde asistieron cuatro presentadores con ínfulas de cantantes.
Hemos explicado todo lo que pasó en Sitges 2014 donde compramos unos juguetes sexistas para nuestro amigo Freddy Krueger. Hemos celebrado nuestros tres años con hits de la música española y comprando más juguetes sexistas. Nos hemos ido de tripi al recordar animales ficticios que escuchaban punk olvidado y veían películas navideñas. No hemos felicitado la navidad con música el día que el Tato nos confesó que nos admiraba por hablar sobre más secuelas bastardas. Hemos leído libros enciclopédicos y visto 25 películas románticas donde ningún profesor hacía ninguna de estas salvajadas. Hemos escuchado más música española con nuestro amigo E.T. que no se creía que había leyendas urbanas sobre famosos que no eran ciertas.
Hemos desmontado un poco los mitos que nos coló el cine de los ochenta mientras nos echábamos unas risas con Esteso y Pajares tras comprar unas mierdas en la teletienda. Hemos revelado más secuelas bastadas donde nadie comía estas mierdas ponzoñosas pero donde alguien llegaba a leer cómics basados en series de televisión. Hemos hablado sobre mitos sexuales de nuestra infancia, de Benicio del Toro y su rata y sobre canciones que no hablaban de lo que parecía. Nos hemos ido de vacaciones a sitios increíbles al son de buena música de los noventa tras hacer algunas gamberradas en el colegio. Hemos nacido inocentes pero hemos bebido alcohol muy malo tras asistir a Sitges 2015. Nos hemos ido de picos pardos con John Hughes y el Último Guerrero al cine, pero a un cine con cortinas y acomodadores.
Y finalmente hoy, hoy hemos cumplido cuatro años.
Muchas gracias por cada palabra escrita por nosotros que habéis leído durante este tiempo.
Álex y Manel.