Desde Irlanda nos llega la (pen)última joya del terror de 2024. Damian McCarthy, que ya nos dejó boquiabiertos con su impresionante debut titulado “Caveat”, nos presenta “Oddity”, una de las propuestas más originales e interesantes de los últimos años. Estamos ante una película que puede alardear de ser tan espeluznante como imprevisible. Es una auténtica clase magistral sobre cómo generar tensión y suspense. Una obra en la que las sorpresas y los sustos no dejan de sucederse. Un absoluto disfrute. “Oddity” tiene una de las escenas de apertura más memorables y aterradoras vistas en mucho tiempo. La cosa empieza bien y encima luego va a mejor.
La historia gira alrededor de Darcy, una médium ciega interpretada por una excelente Carolyn Braken, que se traslada a la casa en la que falleció su hermana gemela para intentar resolver su asesinato. Para ello, usará un maniquí de madera de pavoroso aspecto.
Con Darcy en la casa, comenzarán a suceder los más estremecedores sucesos y apariciones fantasmagóricas capaces de asustar hasta al más curtido. Mientras todo eso ocurre, el ovillo que forma el misterio empieza a deshacerse y, poco a poco, vamos realizando sorprendentes descubrimientos sobre el crimen. En su imprevisibilidad es donde más triunfa la película. Cuando crees que la trama tomará unos derroteros, acaba cogiendo una dirección totalmente opuesta. Y ni tan siquiera cuando la protagonista descubre la identidad del asesino de su hermana, el misterio se resuelve del todo. El director demuestra una gran habilidad para mantener una atmósfera oscura e inquietante en todo momento y no deja que nos relajemos en ningún instante. El enfoque de McCarthy otorga a su guion una frescura admirable para lo simple y absurdo, dicho esto como un halago, que cuenta. Con una economía narrativa digna de admirar, consigue brindarnos un relato sobrenatural que triunfa tanto en su conjunto como por piezas individuales. Es realmente eficaz.
Si antes mencionaba que “Oddity” nos regalaba un inicio realmente espectacular, no puedo hacer menos que alabar su brillante resolución. Son tantos los detalles a destacar, y tanto el miedo de caer en el pequeño spoiler, que solo os diré que es un increíble carrusel de emociones. Pasas de la mayor de las tensiones al asombro, de allí al miedo y terminas envuelto en un baño de locura.
Pero eso no es todo. La escena final es un regalo a los fans del terror. De esas imágenes que nacen para convertirse en icónicas del género.
“Oddity” tiene grandes sustos, grandes personajes y una gran historia. Es una de las mejores películas de terror del año y una muestra más del gran talento que atesora Damian McCarthy. Sed listos y seguidle la pista de cerca.