Crónica del Festival de Sitges 2019

Un año más, nos hemos desplazado a la localidad de Sitges para disfrutar de once días del mejor cine dentro del marco del Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña que este año celebraba su edición número cincuenta y dos.

La edición de este año estaba dedicada a “Alien, el octavo pasajero” y “Mad Max”, pues ambas celebraban su cuarenta aniversario. Las celebraciones consistieron en, por una parte, la proyección del documental “Memory – The origins of Alien”, que nos cuenta la historia detrás de la película de Ridley Scott, y por otra parte se realizó un ciclo de “explotation” italiana formado de títulos que intentaron sacar tajada del film de George Miller que encumbró a la fama a Mel Gibson.

En esta primera parte de mi crónica procederé a hablaros de algunos de las películas que tuve la oportunidad de ver este año en el festival. Como sabéis, siempre empiezo mis crónicas «sitgerianas» hablando de aquellos títulos relacionados con algo retro, que es el leitmotiv de este blog. Es por eso por lo que no puedo hacer más que recomendaros encarecidamente el visionado del documental “Sesión Salvaje”, dirigido por Paco Limón y Julio Cesar Sánchez, que realiza un exhaustivo repaso al cine que se hacía en España en los años 60, 70 y 80. Una época que es conocida como la edad dorada del cine “explotation” español.

El documental nos va explicando que clase de cine se realizaba, y triunfaba, en cada década. Así al princnipio nos narran como en los 60 lo que más éxito daba era realizar westerns, para luego pasar a los años 70 y ver el auge del cine fantástico y de terror. Aquí se habla sobre todo de Paul Naschy, Eugenio Martín, Narciso Ibáñez Serrador, Jesús Franco y Juan Piquer Simón. Justo en esos años ocurrió la muerte del dictador Franco y es llega la libertad y la permisibilidad a España y con ello el cine de destape. Es entonces cuando nos adentramos en las comedias de Pajares y Esteso y en el terreno del cine “S”. También de esos años es el denominado «cine quinqui«, gracias al cual personajes como «El Torete», «El Vaquilla» o «El Jaro» lograron una gran popularidad. La historia termina a principios de los 80, con la entrada en vigor de la ley Miró, que siempre ha sido acusada de terminar con esta clase de cine. En “Sesión salvaje” se nos hace ver, a través de la opinión de varias personas, que esta ley solo fue una de las causas de la desaparición de este cine, siendo el abandono que sufrió por parte del público su otro gran motivo. Y es que, cómo bien nos cuentan, ahora hablamos de este cine con nostalgia, pero en su momento se hablaba de él con desprecio.

El documental cuenta con la participación de muchos actores y directores que vivieron esos años. Algunos, como Simón Andreu y Emilio Linder, cuentan anécdotas divertidísimas. Pero a mí me gustaría destacar dos frases. Una dicha por Esperanza Roy respecto a esas películas: “No hacíamos explotación, hacíamos industria”. Toda una declaración de principios. Pero la mejor, y a la vez la más triste, la dice Álex de la Iglesia. El director comenta sobre lo poco que se reivindica ese cine y como está cayendo en el olvido lentamente ya que las nuevas generaciones lo desconocen y ni tan siquiera se molestan en descubrirlo hasta que un día ya nadie se acuerde de él. Porque como bien dice “Nadie añora lo que no conoce”.

Cambiando de tema: El festival de este año nos ha presentado el regreso de dos personajes populares del fantástico. Por un lado, la familia Addams, que vuelve esta vez en una película de animación. Y, por otro lado, Sadako Yamamura volvía en una nueva entrega de la saga “The Ring”. Pero vayamos por partes.

“La familia Addams” marca el regreso de los personajes creados por Charles Addams a la gran pantalla, esta vez para contarnos cómo empezó todo. De hecho, la película arranca con la boda de Gómez y Morticia. Veremos cómo se trasladan a Estados Unidos, cómo conocen a su mayordomo Lurch, la llegada de sus vástagos y así hasta completar todo el plantel de personajes. La trama es típica y tópica a rabiar, pero hay que de decir en favor de la película que es francamente divertida. Y es que “La familia Addams” está salpicada de gags y de escenas cómicas que funcionan a las mil maravillas. Tal vez la película funcionara mejor con el público adulto que con el infantil, pero es fácilmente disfrutable para toda clase de audiencia. Como digo, su argumento no sorprenderá, pero el resultado final es más que satisfactorio.

Por su parte, “Sadako” no solo marca el regreso de la saga “The Ring” sino que además lo hace de la mano de Hideo Nakata, el mismo director que lo inició todo en 1999. Lamentablemente el resultado no puede ser más desalentador. Aquí la cosa va de una niña de la que se cree que puede ser la reencarnación de Sadako. Terminará hospitalizada en un centro psiquiátrico en el que será atendida por Mayu, que no tardará en cogerle cariño. El hermano de Mayu, un aspirante a youtuber, desaparecerá al grabar un vídeo sobre la maldición de Sadako. Mayu irá a su rescate.

El film de Nakata peca de lentitud, cosa que ya pasaba con la película del 99, pero aquí además tiene el hándicap de que la historia no te atrapa como hacía aquella y que sobre todo está falta de momentos de terror. Todo esto ya es preocupante, pero lo peor llega al final, en un clímax que por momentos es ridículo. Una gran decepción y un claro signo de que la formula no da para más. Por mí, Sadako puede quedarse encerrada en el pozo y no salir nunca más.

Termino con una agradable sorpresa: El remake de “Rabia”.

“Rabid”, dirigida por las gemelas Soska, es una nueva versión de la película de 1977 de David Cronemberg. He de confesar que tras ver el tráiler me temí lo peor, pero una vez vista puedo deciros que no solo es una adaptación más que digna, y los que me seguís sabéis lo difícil que es que un remake me guste, sino que además es una de las mejores películas que pude ver durante la edición de este año del festival.

La historia es básicamente la misma, una joven queda desfigurada tras sufrir un accidente y se someterá a cirugía estética con un tratamiento experimental. Al principio todo parece ir bien, pero luego la chica desarrollará una contagiosa sed de sangre.

La base del film de 1977 y este es la misma y aunque en ambas había un componente sexual he de decir, si la memoria no me traiciona pues hace décadas que vi la película de Cronemberg, que en esta versión está rebajado. Aun así está presente, pero de forma menos explícita. Recordemos que en la versión antigua la protagonista era estrella del porno Marilyn Chambers. Lo que sí que nos ofrecen las Soska es violencia, contiene un par de escenas tremendas, la del rodaje que se desmadra por culpa de un actor con rabia es muy bestia a la par que graciosísima, mucha locura y un final antológico. Destacar el trabajo de Laura Vandervoort, la Supergirl de “Smallville”, que está más que convincente.

Y hasta aquí la primera parte de mi crónica. En las próximas entregas os descubriré mi Top 5 del festival y os hablaré de las películas que según mi criterio merecen ser destacadas para bien o para mal.