5 frases que decíamos en los 80 creyendo que así seríamos más molones y ahora con la perspectiva del tiempo nos damos cuenta que lo que nos hacían parecer era seres patéticos además de, y por qué no decirlo, un poquito gilipollas.

nino-enfadado

Sí, lo sé, lo sé. El título es tan escueto que muchos de vosotros no habéis entendido sobre que trata el artículo de hoy. A ver cómo os lo explico…

Veréis, desde los principios de la humanidad que el hombre se ha visto con la necesidad de inventarse frases para expresar “algo” que no puede hacer con el lenguaje existente. El problema es que muchas de esas frases son ilógicas y pero en lugar de darnos cuenta de eso, muchos de nosotros nos limitamos a repetirlas por el simple hecho de que es la moda y queremos que nos consideren gente molona. Los años 80 fueron propensos a la creación de muchas de esas frases, alguna de las cuales aún perduran en nuestro día a día, y hoy vamos a analizar cinco de ellas que muchos dijimos varias veces sin caer en la cuenta que estábamos diciendo estupideces.

Así pues pasemos al exhaustivo análisis.

1) Guay del Paraguay.

Paraguay es una birria de país, y que nos disculpen nuestros miles de seguidores paraguayos pero es que es así. Vamos a ver, ¿alguien sabría decirme algo digno de verse en Paraguay? ¡Nadie! Y el motivo es claro: no hay nada bonito en Paraguay. Venga, sed sinceros, ¿alguno de vosotros iría de vacaciones al Paraguay? ¿A que no? Y es que si se hace un top 1000 de destinos turísticos ideales, Paraguay no figurará en esa lista. A nadie en su sano juicio se le ocurriría ir de vacaciones allí. Vamos, es que ni siquiera viaja nadie por motivos de negocios porque nadie es tan tonto de negociar algo en Paraguay. Es que os voy a decir más, yo tengo amigos paraguayos que no han estado nunca en Paraguay. Entonces ¿para que coño tenemos que valorar algo que nos gusta mucho como algo digno de ser de origen paraguayo? Es que es estúpido.

Una vez nos queda claro que Paraguay es un país horroroso, y que nos disculpen nuestros miles de seguidores paraguayos pero es que es así, pasemos a pensar el motivo para definir algo como “Guay del Paraguay”. La causa de tan lamentable catalogación es simple y llana: El inventor de la frase solo supo encontrar una rima para Guay y esa fue Paraguay. Es así de triste.

Algunos diréis: “Podría haber dicho Uruguay”. Ya ¿y qué? ¿Hubiese mejorado mucho la cosa? No, ¿verdad? Y es que por mucho que Paraguay sea un país horrible, y que nos disculpen nuestros miles de seguidores paraguayos pero es que es así, Uruguay tampoco es nada del otro mundo.

Un sabio de origen oriental dando una conferencia sobre lo puta mierda que llega a ser Paraguay.
Un sabio de origen oriental dando una conferencia sobre lo puta mierda que llega a ser Paraguay.

Resumiendo: Rima estúpida, frase estúpida. Ergo si tú la decías es que eras estúpido.

2) A la cola, Pepsicola.

Esta frase tiene delito, no tanto por su construcción, que también, si no por cuando la dijimos muchos de nosotros: Formando una cola durante nuestros años de EGB.

No, no, el delito no estaba en cursar EGB, el delito estaba que la frase la soltábamos cuando algún avispado compañero de clase se nos intentaba colar en la cola que formábamos para… ¡ir a clase después del recreo!

Y es que hay que ver lo imbéciles que eramos de niños. ¿Cómo nos podía molestar que alguien quisiera entrar antes que nosotros a clase donde solo nos esperaban horas y horas de absurdas lecciones? Pero más imbécil era el chaval que se intentaba colar para llegar antes que tú a semejante tortura.

Imaginad por un momento: Estamos en el campo de concentración de Auschwitz en 1943. Un grupo de 1000 judíos están haciendo cola para entrar en la cámara de gas y de pronto llega uno y se pone el primero. ¿Vosotros creéis que alguien le diría algo del estilo de “Perdona, pero hay cola, ¿eh?”? Pues claro que no.

Eso demuestra que somos incapaces de aprender nada de los terribles sucesos de la historia.

Ana Frank jamás se coló en ningún sitio.
Ana Frank jamás se coló en ningún sitio.

Evidentemente, cuando algo va mal y tienes menos de 15 años, tiende a ir a peor. Así que tras decirle al niño que se te quería colar esto de “A la cola, Pepsicola”, venía un intento violento por su parte por conseguir tu puesto en la fila, intento que tu repelías con un empujón que él te devolvía y tras un cruce de miradas asesinas uno de los dos decía: “¿Tú de que vas, Bitter Kas?”. Y ya la teníamos liada.

Porque si llamarle a alguien Pepsicola ya podía parecer ofensivo (en los 80 todos bebíamos Coca-Cola), llamarle Bitter Kas, que no teníamos ni idea de como sabia, era un ultraje que no estábamos dispuestos a tolerar. La pelea estaba servida.

Niños peleando por ser el primero en comentar este artículo.
Niños peleando por ser el primero en comentar este artículo.

Conclusión: ¿Consumir Pepsi te puede convertir en un ser violento? Pues claro que no, joder. ¡Menuda gilipollez!

La conclusión es que es una frase idiota que decíamos en el momento más idiota de nuestras vidas.

3) Alucinas pepinillos.

Nunca he consumido drogas ni lo volveré a hacer. Así que para encontrarle una explicación a esta frase he tenido que llamar a varios de mis ex compañeros de Proyecto Hombre para que me dijeran si alguno de ellos durante alguno de sus “pasotes” había visto pepinillos. Todos me han dicho que no.

He consultado en la “Guía de cosas alucinógenas que uno puede ingerir sin tener constancia que provocan alucinaciones” si había algo que se pudiese tomar para obtener dicho resultado. La respuesta también ha sido negativa.

No, no estáis alucinando. Solo es una foto.
No, no estáis alucinando. Solo es una foto.

Así pues queda claro que el que se inventó esta frase lo hizo sin conocimiento de causa. Si hubiese dicho algo del plan “Alucinas unicornios rosas” se podría demostrar que eso es posible porque muchos de los consultados han tenido dicha visión, pero pepinillos ninguno.

Afortunadamente esta expresión fue evolucionando hasta llegar a “Flipas en colores”, frase que se acerca más a la realidad tal y como me han comentado desde la Asociación de Amigos del LSD.

4) Mola cantidubi.

Siempre he defendido la tesis que aprender el Sistema Métrico Décimal fue, y es, una absoluta perdida de tiempo. Pero hombre, ya que lo hemos aprendido, utilicémoslo, ¿no?

Y si algo no se puede mesurar en metros, gramos o litros utilicemos algún puto adverbio que para eso están, colega. Mucho, poco… ¿No os dicen nada estas palabras?

Si estamos de acuerdo en esto, entonces ¿para que inventamos palabras? Si tienes múltiples opciones entre las que escoger, ¿qué te lleva a inventarte la palabra “cantidubi” para definir cuanto te llega a gustar algo?

¡Cantidubi! ¡Por el amor de Dios! ¿Nadie se dio cuenta que es un termino ridículo? Un poquito de autoestima, por favor.

Al igual que la frase citada en el apartado 3, esta también sufrió una evolución hasta llegar a convertirse en “Mola mazo”.

Camilo Sesto demostró que él es más de "Mola mazo" que de "Mola cantidubi".
Camilo Sesto demostró que él es más de «Mola mazo» que de «Mola cantidubi».

¿En serio alguien cree que se mejoró mucho yendo de “Cantidubi” a “Mazo”? Y si alguien dice que sí es para romperle las piernas, o peor, enviarlo de viaje a Paraguay que es un país infame, y que nos disculpen nuestros miles de seguidores paraguayos pero es que es así.

5) Te jodes, como dijo Herodes.

Ah vale, que ahora además de vacilones queremos ir de culturetas. Pues muy bien.

Venga, sin mirar a wikipedia, ¿alguien sabría decirme quién o que es Herodes? ¡Nadie! El 85% se lanzaría a la piscina diciendo que es un filósofo y el 15% restante que es un equipo griego de fútbol. ¿Equipo griego de fútbol? Sí, claro, claro, al igual que el Halitosis de Salónica o el Fimosis el Pireo, ¿no?

Si no tienes ni idea de quién es alguien, ¿para qué le nombras? Y encima diciendo que ha dicho no se que. Mira que a la gente le gusta meter cizaña, ¿eh?

Imaginad por un momento al pobre Herodes I el Grande, entrando en un pub de Judea y encontrándose a un colega:

  • ¿Qué pasa, tío? ¡Qué no me llamas ni nada!

  • Es que me tienes contento, macho. Me han dicho que vas diciéndole a todo el mundo que se joda.

  • ¿Quién? ¿Yo?

  • Sí, Herodes. No te hagas el “longui”, que me lo ha dicho la Jessica.

  • Buah, ¿pero cómo te crees a esa petarda? Pero si esta loca. Fíjate si esta pirada, que la han fichado para salir en “Galilea Shore”.

  • ¡Hostia! No lo sabía. Perdona, tío. Pero es que me estuvo comiendo la cabeza…

  • Ya, tío. Pero otra vez me llamas. Que yo luego me rallo porque no me contestas los wassaps e igual me da el punto de cargarme a todos los niños menores de 2 años de Belén. ¡Qué a mi se me va la pinza!

¿Qué necesidad había de llegar a eso? ¡Ninguna! Así que en el futuro intentad no hablar de nadie del que no sabéis nada.

Herodes y un colega, de botellón por las calles de Judea.
Herodes y un colega, de botellón por las calles de Judea.

Y con esto doy por finalizado el repaso a frases ochenteras patéticas. Ahora llega vuestro turno. ¿Decíais alguna de estas frases? ¿Alguna otra? Contad, contad.